Vox busca el voto del descontento (y la abstención de la izquierda) en los barrios obreros de Sevilla

| 21 febrero, 2019

El partido de ultraderecha monta encuentros vecinales en los barrios ‘rojos’ de la capital andaluza, en los que muestra una cara amable, con la idea de meter la cuña, de cara a las generales y autonómicas, en las zonas que se le atascaron el pasado 2 de diciembre en las autonómicas

RAÚL BOCANEGRA. PÚBLICO.- Torreblanca, Cerro-Amate, Macarena, Pino Montano. Son barrios obreros, de clase trabajadora de Sevilla, con severos problemas de desempleo, en los que jamás, en ninguna de las elecciones autonómicas, ha ganado la derecha. En todos ellos la izquierda (PSOE, Adelante Andalucía) obtuvo en los pasados comicios más del 50% de los sufragios y en algunos Vox se quedó muy cerca del PP. Por ejemplo, en Torreblanca-Este-Alcosa, la diferencia fue de menos de 1.000 votos entre ambos partidos. El PSOE obtuvo 13.739 votos, Adelante Andalucía, 10.521. Ciudadanos, 9.913, PP, 5.466 y Vox, 4.590.

Ahora, en la cercanía de las generales y de las municipales, ahí, a los lugares en los que, según se desprende del CIS postelectoral de Andalucía, a Vox se le atascó el electorado, es adonde se ha ido el partido de ultraderecha. Al igual que ya hizo en su momento el Frente Nacional en Francia, busca Vox, mediante encuentros vecinales barrio a barrio, el voto del descontento y de la desesperanza obrera y también, si no logra convencer, al menos regar la abstención en la izquierda, la que les ha permitido, junto con PP y Ciudadanos, cambiar el Gobierno en Andalucía. En resumen, Vox persigue echar raíces, para preocupación de las fuerzas de izquierda y del PP, también, en los barrios de clase trabajadora.

En uno de esos encuentros -que el partido de ultraderecha ha empezado a mantener en todos los barrios rojos de Sevilla-, este martes en el centro cívico de Torreblanca, estuvo Público. Los centros cívicos ubicados en las barriadas de Sevilla son lugares muy vivos, abiertos, en los que se desarrollan múltiples actividades, deportivas, culturales, sociales… Un lugar de reunión perfecto para un partido político. Lo que sigue es un relato del encuentro, en el que se puede intuir una estrategia bien definida de Vox para meter la cuña: mostrar su cara amable y cercana, comprensiva, bien alejada de sus habituales excentricidades y obsesiones, acompañada, además, de un discurso mordaz contra el sistema, cargado de confusión. 

Mensaje demagógico

“Don Pedro Sánchez ha convocado elecciones para alegría de todos nosotros. Ya no le quedaban cosas que ceder a los independentistas”. “Ahora, después de las últimas elecciones, se nos va a exigir más. Tenemos en Sevilla 1.450 afiliados. Estábamos en 800 ó 900. El partido va creciendo”. “Tenemos que remar desde ya en cada barrio de Sevilla”. “Invitar a todos, afines y no afines. Queremos trabajar para todos”. “Cada afiliado somos antenas sueltas”. Con estos mensajes destinados a la movilización arrancaron la reunión, a la que asistieron unos 40 vecinos y comerciantes de la zona, los portavoces de Vox, sentados en una mesa, frente al público, también sentado, con un cartel del partido a su izquierda.

Por un lado, los portavoces de Vox escucharon todo lo que quisieron decir los representantes vecinales, luego, emitieron mensajes en positivo, sin los señuelos ni las extravagancias habituales para que los medios de comunicación muerdan el anzuelo -y de este modo influyan en la agenda política-; por el contrario, los mensajes estuvieron pegados a lo hiperlocal, claramente dirigidos a captar el voto, sin prometer la luna.

Y por otro lado, los portavoces de Vox cargaron con extrema dureza contra el sistema: un mensaje corrosivo, repleto de medias verdades -“se pagan impuestos altísimos”- y cargado de demagogia, que pretende desacreditar a los partidos establecidos y abonar los campos de abstencionistas: “Esta administración nos está costando el dinero a todos, pero no responde a la gente”. “Es una pseudo-administración de lobbys, de observatorios. ¿No será mejor traer seguridad al barrio?”

Los mensajes que trasladó Vox en Torreblanca este martes a los líderes vecinales, que son los mismos que quieren que sus cuadros lancen en el puerta a puerta, manzana a manzana, fueron, entre otros: “Somos un partido con sentido común, la tabla de salvación, como en su día fue Podemos”. “Hay que hablar de ese Vox sin etiquetas. Pero perdamos poco tiempo en eliminarlas. ¿Somos de extrema derecha? No: queremos igualdad total y el feminismo no lo va a conseguir. ¿Somos xenófobos? No: queremos una inmigración que siga un procedimiento de entrada”. “Somos un partido con sentido común. Somos una tabla de salvación, como en su día fue Podemos”.

El diablo mata moscas

Y en lo hiperlocal, en un barrio de rentas bajas, con altas tasas de paro y bolsas de delincuencia, los portavoces de Vox fueron al grano: “Queremos mejorar la ciudad, pero no conocemos el presupuesto. Todo depende del dinero que haya. Si os decimos que vamos a poner 10.000 bancos, os estaremos engañando. El que lo diga estará mintiendo, porque o sabe lo que hay en las arcas o está mintiendo”. Sin embargo: “Otras cosas con voluntad se pueden hacer. Por ejemplo, la limpieza. Todos los barrios tienen que estar con brillantina”. “También la vigilancia policial”.

Los temas que les preocupaban a los vecinos, que les reclamaron, por este orden: seguridad, una policía de barrio, que realmente conozca el barrio. “El nivel de paro en la juventud es enorme aquí. Cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas. Falta seguridad. Se pidió la policía de barrio. A la hora de la verdad, la policía de barrio no existe. Queremos tener la policía más cercana. Policía de barrio de verdad. Que sepan todo lo que ocurre en el barrio”, dijo uno de los asistentes. En la reunión, también se reclamaron dos rotondas para aligerar el tráfico y un control sobre las viviendas de protección oficial, con las que, denunciaron, se especula, lo que encarece los alquileres en la zona.

Uno de los portavoces de Vox les respondió, tras escucharles: “Aquí no hace falta traer propuestas. Ustedes lo tienen claro. ¿Venir con propuestas para qué? Lo que tenemos que hacer es apoyaros. Fiscalizar en el Pleno, en donde sea”. “Si entramos con fuerza suficiente, trabajaremos para el ciudadano. Ya veréis que hay más dinero para seguridad y limpieza”. 

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