Una activista del colectivo pro derechos humanos madrileño había sido sancionada por ‘fiscalizar’ en 2011 un control policial basado en perfiles étnicos
AGENCIAS. PUBLICO.ES.- El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 33 de Madrid ha anulado una sanción impuesta a una participante en las Brigadas Vecinales de Observación de los Derechos Humanos (BVODH) por observar y documentar un control policial de identidad basado en perfiles étnicos, es decir, una «redada racista».
Según informa el colectivo en un comunicado, la Delegación de Gobierno sancionó a varias participantes cuando trataban de fiscalizar en febrero de 2011 una redada que estaba teniendo lugar en la madrileña plaza de Oporto. La sentencia anula ahora la sanción por ser disconforme a derecho, ya que fue impuesta basándose en informaciones aportadas por los agentes de la autoridad sobre hechos sancionables no ratificados por los mismos y negados por la imputada.
La sentencia señala además que en este caso la resolución se apoya en extremos no relatados en la denuncia. Dicha resolución se fundamenta en un informe emitido por la Brigada Provincial de Información referido al modus operandi de las BVODH, cuyo contenido es distinto a la denuncia y al relato de las actuaciones policiales. Declara que, por tanto, la resolución se ha adoptado sin que la Administración haya demostrado la existencia de responsabilidad administrativa, incurriendo en vicio de invalidez que determina su anulación.
Las brigadas antirracistas aseguran que, a pesar de que «el ambiente era tranquilo en la plaza y de que a requerimiento de los policías entregaron sus documentos de identidad y expusieron tranquilamente en qué consistía su actuación, las participantes en la brigada fueron retenidas durante 40 minutos y posteriormente recibieron una sanción de 500 euros». La intención de los activistas es denunciar las «redadas racistas» para acabar con la discriminación y la vulneración de la legalidad.
«Las sanciones representan un intento de la Delegación de Gobierno de amedrentar al colectivo que defiende los derechos humanos, así como de coaccionarnos para evitar la denuncia de los controles racistas», explican las BVODH, que censuran que «en la actualidad se siguen produciendo las redadas y que representan una violación del derecho a la igualdad y no discriminación, causando muy serios efectos negativos en las personas que son objeto de paradas policiales sin más motivo que su aspecto de extranjeras».