RUBEN JIMÉNEZ. MARCA.- Bengalas, petardos, cánticos racistas, simbología fascista y un desprecio absoluto por el bien de su selección, a la que avergonzaron y perjudicaron hasta el punto de hacerle empatar un encuentro que tenían ganado. Esa fue la carta de presentación de los ultras croatas en la Eurocopa. Grupos enemigos, unidos para mostrar sus protestas hacia el presidente de la federación, Davor Suker. En definitiva, una excusa más para manchar el fútbol de violencia. Y con unos cabecillas con historial, Torcida Split, el grupo ultra más antiguo de Europa.
En 1950, un grupo de (por entonces) yugoslavos se enamoró de la afición brasileña al fútbol, de sus métodos de animación, de su presión a los rivales… Ydecidieron importar a su equipo, el Hajduk Split, ese ambiente infernal a su estadio, con su propio sello. En honor a Brasil decidieron llamarse Torcida. Y ‘debutaron’ en el partido más importante de sus vidas, frente al Estrella Roja. El 2-1 final le dio la Liga al Hajduk y provocó incidentes con el gobierno comunista de Tito.
Uno de sus incidentes más sonados ocurrió en la semifinal de la UEFA de 1984, frente al Tottenham. El gallo es el símbolo de los ingleses, así que un hincha croata robó un gallo de un bar, se plantó en mitad del césped y le rompió el cuello para estupor de las autoridades europeas. De marcado carácter de ultraderecha, la Torcida suministró de combatientes al ejército nacionalista en la Guerra de Croacia, en la que murieron muchos de los miembros del grupo. En la entrada de su estadio hay un mural que recuerda a los hinchas que dieron su vida en aquel conflicto.
Causantes de algunos de los incidentes más nefastos de la historia del fútbol croata, se les considera responsables de pintar la esvástica que apareció sobre el césped de estadio de Split en el Croacia-Italia de la fase de clasificación para la Eurocopa de Francia y por la que la federación sufrió una importante multa.
Como muchos grupos ultras, presenta una web y una presencia en foros y redes que impresiona. Fue en su página de Facebook donde se organizaron, con plano del estadio incluido, para montarla en el duelo ante Chequia y donde están programando un ataque similar para el encuentro contra España. Unidos a rivales casi irreconciliables como los Blue Bad Boys de Zagreb o la Armada de Rijeka, su intención no es animar a su selección y sí realizar una demostración de fuerza frente a una federación que lucha por prosperar sin medios en la lucha contra los radicales.
