Calparsoro analizará “si existe base” para la preocupación por el nuevo protocolo de la Ertzaintza
ANDER GOYAGA. DEIA.- El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, recibió ayer a representantes de SOS Racismo y de la comunidad musulmana de Araba, que quisieron expresar su rechazo a la instrucción 79 de la Ertzaintza al considerar que este plan de lucha contra la amenaza yihadista “sitúa a las mezquitas como posibles focos de captación de islamistas radicales”. El fiscal señaló que analizará “si existe base” para esa preocupación y que se reunirá con los fiscales de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, así como con responsables de la Ertzaintza. El nuevo protocolo de la Policía vasca, no obstante, señala que “luchar contra la islamofobia es un apartado importantísimo” en la búsqueda de la convivencia con esta comunidad.
El portavoz de SOS Racismo de Araba, Fede García; el miembro de la agrupación y vicepresidente de la Unión de Asociaciones Magrebíes en Euskadi, Kaddour Sbai; y el imán decano de la Mezquita Assuna de Gasteiz expresaron ayer su preocupación por que esta instrucción policial, vigente desde comienzos de mes, “señala a determinadas mezquitas como posibles fuentes de captación de yihadistas”. Al término de la reunión, García indicó que “no se puede crear un ambiente islamófobo de forma gratuita”. “Solo se debería actuar si la Ertzaintza tiene constancia de la comisión de un delito”, señaló, al tiempo que agregó que “tiene que haber acusaciones concretas para actuar”.
Desde SOS Racismo denunciaron que al establecer que las mezquitas son “lugares de especial atención y vigilancia”, se pone a estos templos “bajo sospecha”, cuando “los delitos los cometen las personas, no las creencias”. Esta situación daña, a su juicio, “el derecho universal a ejercer cualquier opción religiosa”. El imán de la mezquita Assuna, por su parte, señaló que “la comunidad musulmana se considera perseguida” por esta medida y destacó que el Código Penal impone penas a quienes impidan el derecho a la libertad religiosa.
Tras escuchar estos testimonios, Calparsoro indicó a este periódico que “analizará si existe una base para que este colectivo se sienta marcado o estigmatizado, tal y como denuncian”. “Mi obligación es escuchar a cualquier ciudadano, que en este caso consideran que pueden ser vulnerados derechos básicos como el de la libertad religiosa. Como fiscal, estaré vigilante y analizaré si se puede producir la situación que han denunciado. El derecho a la libertad religiosa debe estar amparado”, señaló.
El fiscal también indicó que hay que escuchar a todas las partes y que “la Ertzaintza también debe realizar su labor preventiva”. Tras la reunión de ayer, Calparsoro añadió que trasladará a los fiscales de los tres territorios y a la Ertzaintza la preocupación que SOS Racismo le hizo llegar ayer. En todo caso, la denominada instrucción 79 para luchar contra el islamismo radical recoge de manera explícita la intención de luchar contra la islamofobia y la posibilidad de que se estigmatice a este colectivo. “Es un apartado importantísimo si se desea la integración de la comunidad musulmana, en un clima de convivencia, paz y tranquilidad”, recoge.
