Qué le espera a Europa en 2017: dos posibles escenarios

| 1 enero, 2017

En 2016 aprendimos que todo es posible y la actual ola en contra de la política tradicional podría provocar grandes cambios en el año que comienza

JON HENLEY. ELDIARIO.ES.- Europa recordará el 2016 como un año horrible; los terribles atentados en Bruselas, Niza y Berlín, la vergüenza de Calais y el terremoto provocado por el Brexit.

Lamentablemente, 2017 podría ser igual de terrorífico.

O tal vez no. Si algo aprendimos en 2016 es que resulta imposible hacer predicciones. A continuación describimos dos posibles escenarios para el año que viene.

La alternativa más apocalíptica es la siguiente: otro atentado indiscriminado y mortal a principios de año se convierte en un mal presagio para un continente que perdió a 130 personas en 2016 como consecuencia de acciones terroristas.  Geert Wilders, el candidato holandés de extrema derecha se beneficia de esta situación y gana las elecciones generales que se celebran en marzo.

Apenas un mes más tarde, justo antes de la primera ronda de las elecciones presidenciales en Francia, que se celebrarán el 23 de abril y que podrían cambiar el destino del país, al cada vez más autoritario presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan , se le acaba la paciencia. Bruselas prometió 3.000 millones de euros a Turquía si el país perseguía a los traficantes de personas. Esta suma debía servir para que Turquía pudiera lidiar con los cerca de tres millones de refugiados que han llegado al país. Bruselas también se comprometió a levantar la necesidad de visado para los ciudadanos turcos que quisieran viajar a la Unión Europea y hacer avances para que el país pueda ser un Estado miembro de la UE.

Erdogan no aceptará órdenes de Irak sobre las tropas turcas allí desplegadas

Sin embargo, a Europa le han horrorizado las medidas represivas impulsadas por Erdoğan tras el intento de golpe de Estado de julio y los europarlamentarios han instado a los gobiernos de los Estados miembros a paralizar las negociaciones para la adhesión. Tampoco se ha llegado a un acuerdo que permita a los turistas turcos viajar a la UE sin visado.

Por todo ello, Erdoğan podría decidir que ha llegado el momento de abrir sus fronteras y permitir que cientos de miles de refugiados desesperados entren en la UE si así lo desean, como es el caso de muchos de ellos, especialmente los hombres más jóvenes.

Las cadenas de televisión de todo el continente muestran imágenes de este nuevo éxodo de inmigrantes sumidos en la miseria coincidiendo con las elecciones en Francia. A pesar de que los sondeos daban una clara ventaja al candidato conservador François Fillon, Marine Le Pen , la candidata del Frente Nacional, el partido de extrema derecha y antiinmigración, sacude al país y gana la segunda ronda de las presidenciales en mayo.

En las elecciones de junio, el Movimiento Cinco Estrellas de Italia (M5S) completa la conquista antiestablishment de tres de los seis miembros iniciales de la UE. Coincidiendo con la llegada del otoño, la creciente crisis de los inmigrantes y la amenaza terrorista propician que un cuarto país corra la misma suerte. Muy debilitada como consecuencia de los atentados mortales en un mercado navideño de Berlín, Angela Merkel pierde las elecciones federales en Alemania.

Siguiendo el ejemplo del presidente estadounidense Donald Trump, los gobiernos proteccionistas de Europa terminan con los acuerdos comerciales multilaterales y cierran sus fronteras. En Holanda y en Francia, Wilders y Le Pen convocan un referéndum para decidir si permanecen en la UE (Nexit y Frexit respectivamente). Italia convoca un plebiscito para decidir si vuelve a instaurar la lira.

Merkel afirma que no todos los refugiados se quedarán y garantiza evaluación
Merkel afirma que no todos los refugiados se quedarán y garantiza evaluación EFE

Y, en último lugar, mientras los deudores y los acreedores de la eurozona se tiran de los pelos y una desventurada, tambaleante y cada vez más fragmentada UE está al borde del colapso, Grecia vuelve a hacer la siguiente afirmación: “No puedo pagar y no pagaré”. Berlín y Bruselas le responden: “Se acabaron los rescates”.

Obviamente, no es necesario que ocurra la situación anteriormente descrita.

Los servicios de inteligencia y policiales de Europa podrían impedir que los terroristas consigan llevar a cabo sus planes y Erdoğan podría llegar a la conclusión de que, a largo plazo, no le interesa situar a Europa al borde del abismo.

La reciente e inesperada  victoria del político independiente y de izquierdas Alexander Van der Bellen en Austria, que ha conseguido derrotar al candidato de extrema derecha Norbert Hofer, podría ser un indicador de que el continente ha llegado a un punto de inflexión y ahora se alejará de las opciones populistas.

Conmocionados por el evidente caos provocado por el Brexit y estremecidos por la inestabilidad política que ha caudado la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, los votantes europeos podrían pensárselo dos veces antes de votar a los partidos de extrema derecha radicales y antiinmigración y optar por candidatos que les proporcionen una mayor seguridad.

En Holanda, Wilders ha obtenido excelentes resultados en sondeos de elecciones pasadas y, en cambio, se ha hundido el día de las elecciones. Incluso si su partido consigue tener más representación en el parlamento, será difícil que pueda formar una mayoría.

En cuanto a Francia, de momento nadie cree que Le Pen tenga una posibilidad real de ganar. Lo más probable es que Fillon gane sin problemas si modera su discurso en torno a un mercado libre.

Las reformas electorales previstas en Italia deberían introducir un sistema de representación proporcional que imposibilitaría que un único partido pueda formar gobierno. El M5S nunca ha querido integrar una coalición.

Merkel logra convencer a los alemanes de que ella es la candidata que les aporta una mayor seguridad. Grecia consigue, como siempre, salir a flote. La UE finalmente comprende que si quiere sobrevivir tendrá que aportar soluciones concretas a las necesidades y temores de los ciudadanos.

Es un horizonte plagado de incertidumbres; muchos “y si”, “pero”, “tal vez” y “podría ser”. A lo largo y ancho de Europa soplan vientos de cambio, de ansiedad y de rechazo a la forma tradicional de hacer política. Sería sorprendente que no se cobrará alguna víctima más del establishment .

Traducido por Emma Reverter

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