«Pablo Iglesias debe acabar en una fosa con un tiro»

, | 17 julio, 2014

La Policía investiga por amenazas y odio a tres ‘tuiteros’ denunciados por Podemos

La denuncia se presentó en Madrid recientemente en nombre del partido

Aduce un delito de incitación a la violencia contra ellos por ‘ideología’

AmenazasPodemosTwitterÁLVARO CARVAJAL. EL MUNDO.- «Pablo Iglesias y demás tienen que ser metidos en una fosa con un tiro en la frente». Hartos de salvajadas como ésta y de amenazas e incitación al odio, Podemos denunció hace unos días en los juzgados de Madrid al menos tres cuentas de la red social Twitter por escribir numerosos mensajes ofensivos contra los portavoces del partido.

Uno de ellos, por ejemplo, se acompaña de un fotomontaje del cuadro de los Fusilamientos del 3 de mayo de Goya en el que destacados miembros de Podemos -Iglesias, Juan Carlos Monedero y Teresa Rodríguez- son fusilados por varios legionarios mientras Luis Alegre yace muerto en el suelo.

«Dedicado sobre todo a #Podemos25M y a @Pablo_Iglesias_ y a toda la escoria nacional», dice el tuit. Y en el fotomontaje, una amenaza como leyenda: «Los rojos bananeros nos quieren llevar al 1936, los patriotas españoles llevaremos a ellos al 1939 [sic]».

La denuncia fue presentada en los juzgados de guardia de Madrid en nombre de Podemos y rubricada por Iglesias y otro miembro del partido. En ella, según fuentes de la investigación, se acusa a los tres tuiteros de un delito de incitación al «odio», «violencia» y «discriminación» contra su partido por razón de «ideología».

En concreto, Podemos aduce el artículo 510 del Código Penal, un tipo genérico y amplio, donde tienen cabida varios delitos como las injurias o las amenazas. Está castigado con penas de uno a tres años de prisión y multas de seis a 12 meses. Dentro de este tipo penal, el articulado especifica que también «serán castigados con la misma pena los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, difundieren informaciones injuriosas sobre grupos o asociaciones en relación a su ideología, religión o creencias».

Tras la admisión, el asunto está ahora en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid. La juez María Isabel Durántez empezó la investigación pidiendo a la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía Judicial la identificación de los usuarios denunciados. El problema es que en estos temas no resulta fácil dar con los nombres de los responsables. Este tipo de personas a menudo se aprovechan de perfiles anónimos que dificultan su identificación.

El caso de Isabel Carrasco

Así, bajo un seudónimo, se parapetan para insultar, amenazar, calumniar y atacar gravemente a otras personas. Especialmente sonado, por lo repugnante de los comentarios, fue el caso de Isabel Carrasco, la dirigente del PP asesinada en León, que generó un intenso debate político sobre los atropellos verbales en las redes sociales. El Gobierno planteó la posibilidad de crear una tipificación específica para atajar estas situaciones, pero tanto los grupos de la oposición como los expertos replicaron que los delitos ya están recogidos en el Código Penal; sólo hay que aplicarlos a los diferentes casos concretos, como por ejemplo éste.

«En España, la casta es un cáncer pero Pablo Iglesias y todos sus votantes tienen que ser como mínimo enterrados en cal viva», escribió uno de los usuarios investigados el pasado 5 de julio, en un mensaje ya eliminado de su cuenta. Esta misma persona tiene otros tuits que aún permanecen visibles, como éste: «Pablo Iglesias, su equipo y sus votantes son la escoria que ensucia un país y, por tanto, merecen ser exterminados» o -escribe en un mensaje formulado igual- deben «ir a una cuneta como muchos de sus familiares».

«A los de Podemos les doy poco tiempo para marchar de España. Si no, van a empezar los sustos y lloros». «Cargarse a Pablo Iglesias, Jonqueras, Artur Mas, […] debería ser motivo de medalla al mérito». Y así, barbaridad tras barbaridad, como las de otro perfil: «El represenante del chavismo en España, el panoli llamado @monederojc merecería probar su propia medicina. No pido más»; «si a @ierrejon le pegaran un tiro en la nuca, ¿creéis que alguien debería preocuparse?».

Citación para el juzgado

Fuentes de la investigación informan de que está previsto que en estos días Iglesias reciba una citación para acudir al juzgado a reafirmarse en los hechos. Un procedimiento habitual en estos casos.

Situaciones como la que ahora denuncia Podemos son, por desgracia, más habituales de lo que parecen. Ya en su día la socialista Elena Valenciano llegó a cerrar su cuenta por ataques a sus hijos. Fue la gota que colmó el vaso de su paciencia.

Pero aunque el problema es grave y creciente, las Fuerzas de Seguridad no tienen en Twitter precisamente un aliado para desenmascarar a estas personas. La red social sigue sin demostrar una verdadera colaboración ante este tipo de amenazas y comentarios ofensivos, y a menudo ignora las peticiones de información de la Policía o la Guardia Civil.

Al tratarse de una empresa extranjera, con sede fuera de España, suele dejar sin respuesta las comisiones rogatorias que le llegan de los juzgados. La consecuencia es doble: por un lado, el trabajo de identificación de los investigadores resulta mucho más complicado; por otro, aumenta la sensación ya generalizada de impunidad.

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