MARÍA VICTORIA FERMÍN. EFECTO COCUYO.- Durante el segundo y tercer mes de la cuarentena en Venezuela hubo 24 femicidios, incluyendo el de una niña de 10 años que fue agredida sexualmente.
Específicamente, entre el 14 de abril y el 13 de junio, una mujer fue asesinada en el país cada 50 horas.
En total desde el 13 de marzo, cuando se informó de los primeros casos de coronavirus en el país, se conoce de 43 actos violentos que derivaron en este delito.
Así lo reveló el más reciente informe del Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (Cepaz).
Los datos que presentó la investigadora Carolina Godoy, este martes 14 de julio, son resultados del seguimiento de noticias de estos hechos en la prensa. El Zulia es el único estado donde hubo al menos un caso mensual consecutivo.
En 75% de los casos estos crímenes de odio ocurrieron en espacios privados. Es decir, en la casa de la mujer o en el espacio que compartía con su agresor.
Sobre las edades, el Observatorio identificó que en 33,4% de los casos las víctimas tenían entre 19 y 30 años. Sin embargo, un 20,8% de las mujeres asesinadas tenían entre 60 y 71 años.
En esta última categoría, destacaron el caso de una mujer asesinada a golpes en la calle para robarla. Otro hecho fue el de un hijo que roció a su madre con gasolina; aunque por fortuna la mujer pudo huir. Se considera femicidio frustrado.
Fenómenos asociados
Godoy destacó la necesidad de, más allá de los números, identificar el contexto de estos delitos y los fenómenos asociados, para realizar un análisis con perspectiva feminista, generar una estrategia y elevarla a quien pueda implementarla.
La investigación también reveló que 25% de las víctimas eran madres y el 4,16% estaban embarazadas.
En los tres primeros meses de la cuarentena, un total de 15 niños, niñas o adolescentes quedaron huérfanos de madre. En algunos casos, ambos progenitores fallecen luego de que, tras agredir a su pareja, el padre se suicida.
Cepaz refirió que en al menos tres casos los niños presenciaron la muerte de su mamá. La investigadora recalcó que “imposible llegar a determinar la situación real del impacto” en la vida de estos menores de edad.
Destacaron la necesidad de debatir qué sucede con esos niños, dónde están y a cargo de quién, además de si han recibido atención psicológica.
El agresor y los factores de riesgo
En 37,7% de los femicidios analizados, los victimarios tenían edades comprendidas entre 32 y 47 años. Sin embargo, esta caracterización ha sido compleja porque en cuatro de cada 10 casos el agresor huye de la escena del crimen.
Hubo dos casos entre el 14 de abril y el 13 de junio en que los homicidas eran funcionarios policiales o militares, que hicieron uso de armas de fuego.
Entre los factores de riesgo, de acuerdo a lo conversado con familiares y amigos de las víctimas, están los antecedentes de acoso y hostigamiento, la presencia de armas en el hogar y el consumo de alcohol y otras drogas.
Godoy, del Observatorio, señaló que la medida de aislamiento social por el COVID-19 dificulta que las mujeres puedan salir y hacer uso de su derecho a la justicia.
Refirió que en general hay temores a hacer denuncias de violencia de género “por una amplia percepción de impunidad, muy baja expectativa de éxito en el ejercicio de sus derechos ante el sistema de justicia”.
En el 37,5% de los casos las mujeres tenían o habían tenido convivencia con sus agresores. De acuerdo a la muestra analizada, la “venganza” se identifica como el aparente motivo del agresor.
Lea el informe completo del Observatorio aquí.
