Tribuna de Toledo.- Según testigos presenciales, a los siete ultras del la Lazio les habría acompañado un octavo integrante, el que realizó la foto, y que sería «un militar español» algo de lo que desde el Museo afirman «no tener conocimiento».
Italia es cuna de grandes jugadores de fútbol y de equipos que antaño cosecharon grandes glorias. Además de otras muchas virtudes, el país transalpino también se caracteriza por el fervor y la pasión con la que sus tifosi siguen a sus clubes en los estadios.
Fuera de ellos, el protagonismo de los aficionados se centra en asuntos que poco o nada tienen que ver con el deporte rey, y que en función de su ideología, hacen apología de una u otra actividad.
Así fue lo ocurrido el pasado sábado 2 de julio cuando siete aficionados de la Società Sportiva Lazio accedían al interior del Museo del Ejército y en el Patio de Armas del Alcázar se tomaban una fotografía con una pancarta en la que en italiano se leía: «Honor al general Moscardó».
Tal y como ha podido saber este medio, por parte de testigos presenciales, el grupo no solamente lo componían los siete miembros ultras del equipo romano, sino que se encontraban acompañados por un octavo individuo que «se identificó como militar español» y que fue el encargado de tomar la foto.
Esta persona, habría acompañado a los miembros de los Ultras Lazio, vinculados al movimiento fascista, hasta que se realizó la foto y fueron invitados a abandonar el Museo, momento en el que se habría separado de ellos «saliendo de las instalaciones unos 20 minutos después en solitario», afirman los testigos.
Según estas mismas fuentes, el interés de los tifosi, radicaría en visitar las dependencias del general Moscardó, como sería su despacho y su cripta, algo que desde el Museo aseguran que «está completamente descartado que se produjera el acceso», puesto que el despacho del general se encuentra cerrado desde el incendio que afectó al Alcázar el pasado mes de junio, y la cripta se encuentra «cerrada bajo siete llaves».
Desde la institución afirman que creen que «no se han tomado más fotos que la ya publicada», puesto que argumentan que se trata de un «acto para darse publicidad y hacer la gracia», y piensan que «de haberlas ya se habrían colgado en redes sociales», aunque tampoco sería descartable que de haberse tomado fueran publicadas en alguna fecha conmemorativa. La admiración de los fascistas italianos por la figura de Moscardó reside en la imagen trasladada por Franco de cómo este resistió el asedio del Alcázar durante la Guerra Civil, creándose un mito de su figura con especial calado en la Italia de Mussolini y la Alemania nazi.
Tras recorrer las diferentes dependencias del Museo, los miembros del grupo italiano y su acompañante español llegaron al lugar de la foto, donde el vigilante de sala les indicó que estaba prohibido desplegar ningún mensaje político y avisó a su superior, quien «dio aviso a la policía», tras lo cual también se personó en el Patio.
A la llegada de los responsables, se «les invitó directamente a abandonar las dependencias del Museo, ante lo que no opusieron resistencia», produciéndose la salida inmediata de los siete italianos, impidiendo una segunda foto que pretendían ante la conocida como fachada de Covarrubias, «avisando de nuevo a la policía de que no era necesaria su presencia».
Ante estos hechos, la dirección del Museo del Ejército, según ha podido confirmar La Tribuna, ha abierto una investigación «para esclarecer lo ocurrido», aunque reiteran desconocer que el octavo miembro fuera militar y sea éste el objeto de la investigación.
Los miembros de seguridad del museo se encuentran aparentemente molestos por el hecho de que pudiera pensarse que es culpa suya la no intervención de la pancarta en el escáner de entrada ya que «lo que hay que evitar es la introducción de objetos contundentes o punzantes, sprays y armas de fuego, no de un trozo de tela», explican a pesar de que en la propia web del museo ponga explícitamente que «están prohibidos en la visita del Museo objetos mayores a 40 x 40 cm», que será obligatorio depositarlos en consigna.
