Desde este lado de la frontera se puede apreciar mucho movimiento de la guardia marroquí, que durante toda la mañana ha desarrollado ejercicios y prácticas de cara a un posible nuevo intento de sus ciudadanos de cruzar el espigón hasta nuestro país.
En estos momentos, la Gendarmería Marroquí está instalando concertinas en su lado del espigón y desde primera hora de la mañana, Gendarmería Real, Policía Montada y su Servicio Marítimo se encuentran desplegados y realizando prácticas en la zona colindante a la playa del Tarajal.
Marruecos actúa
Este tipo de actuación es una muestra del cambio radical en los protocolos llevados a cabo por Marruecos, que si durante la crisis migratoria a nado de la semana del 17 de mayo se mostró totalmente pasivo ante la huída de miles de sus ciudadanos, actualmente está adelantándose a los acontecimientos e instalando, incluso elementos tan cruentos y agresivos como son las concertinas.
Las concertinas siguen presentes en la frontera, en el lado marroquí
El pasado año 2019, el Consejo de Ministros aprobaba un Plan de medidas para el refuerzo y modernización del sistema de protección fronteriza terrestre en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Su objetivo era el de “incrementar la prevención contra la inmigración irregular, mejorar la eficiencia y seguridad de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y asegurar el pleno respeto a los derechos humanos”.
Sin embargo, tal y como avanzábamos en El Foro de Ceuta, esta retirada para hacer “más humana” la valla chocaba frontalmente con el muro anti-inmigrantes que construyó Marruecos con dinero europeo.
Pues en esta nueva crisis migratoria, tras la inacción protagonizada por las autoridades del reino alautia el pasado 17 de mayo, Marruecos ha actuado cargando contra sus ciudadanos durante este lunes y en el día de hoy con la colocación de varias hileras de concertinas para evitar que se acerquen hasta el espigón que separa los dos países.
