CLAUDI PÉREZ. EL PAÍS.- La extrema derecha logra más presencia en la Eurocámara. Marine Le Pen, líder del Frente Nacional francés, constituirá hoy finalmente su propio grupo parlamentario, denominado Europa de las Naciones y de las Libertades.
Junto con el Frente Nacional y sus socios del Partido por la Libertad holandés, el Partido de la Libertad austriaco, de la Liga Norte italiana y del Vlaams Belang belga flamenco, Le Pen ha conseguido el apoyo de dos diputados ultraconservadores polacos —Michal Maruzik y Stanislaw Zoltek, del KNP— y la exdiputada del grupo eurófobo británico UKIP Janice Atkinson.
Le Pen logra así el apoyo de 36 eurodiputados de hasta siete nacionalidades, y consigue capitalizar los buenos resultados cosechados en las elecciones europeas de mayo del año pasado. No le han pasado factura unos meses plagados de problemas que han incluido una investigación de la oficina antifraude europea por financiar con dinero destinado al Parlamento Europeo la labor de su partido en Francia, una sensacional bronca política con su padre, Jean-Marie Le Pen, y un escándalo mayúsculo en casa: decenas de militantes del Frente Nacional han protagonizado en las últimas semanas actos vandálicos o racistas que echan por tierra su campaña de desdemonización de la formación. Varios de ellos han sido detenidos recientemente por quemar coches para denunciar luego la inseguridad en las calles.
