Los Mossos investigan si hay un mismo autor tras los crímenes de indigentes

, | 21 abril, 2020

Dos de las tres personas sin hogar asesinadas en el Eixample de Barcelona recibieron golpes en la cabeza

MAYKA NAVARRO. LA VANGUARDIA.- El grupo de homicidios de los Mossos d’Esquadra de Barcelona trabaja con la hipótesis de que las dos personas sin hogar muertas el martes y el jueves de la semana pasada en el distrito del Eixample fueron asesinadas por el mismo autor. Las dos víctimas fueron golpeadas brutalmente en la cabeza con un objeto contundente y alargado que podría ser fácilmente una barra de hierro. Un mismo modus operandi para un mismo perfil de víctima, dos personas sin hogar que vivían en la calle de una ciudad completamente desierta por las circunstancias especiales del estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus.

Ambas investigaciones están bajo secreto de sumario. Una tercera persona, también sin hogar, fue asesinada el pasado 18 de marzo en la calle Sardenya, también en el distrito del Eixample, y a las puertas de un supermercado. En este caso la víctima presentaba lesiones de arma blanca. De hecho, los investigadores localizaron un cuchillo manchado de sangre en el lugar del crimen. Horas después la Guardia Urbana detuvo a un posible sospechoso, también indigente, que pasó a disposición judicial acusado del crimen que se habría producido en el transcurso de una pelea. Pero los elementos contra el sospechoso eran débiles y la juez de guardia le dejó en libertad, haciendo que el grupo de homicidios de los Mossos retomara el caso de nuevo.

Los escenarios de los tres crímenes dibujan en el mapa un triángulo inquietante por la proximidad

Si uno se entretiene en colocar sobre un mapa de la ciudad los tres puntos en los que fueron asesinadas las tres personas sin techo en las últimas semanas el resultado es inquietante. Los tres lugares están en un diámetro inferior a los dos kilómetros.

El primer crimen se produjo en la calle Sardenya, en la confluencia con Aragó y Diagonal. El segundo, en los alrededores de L’Auditori y el tercer y último asesinato tuvo lugar en la calle Casp, a las puertas del teatro Tívoli. Los tres puntos dibujan un triángulo dentro de un mismo distrito y a una distancia relativamente corta.

De las tres víctimas apenas han trascendido datos. Los responsables de la Fundació Arrels, entidad que atienda y orienta a las personas sin hogar que viven en las calles de Barcelona, admitieron ayer que sin la identidad de los fallecidos no eran capaces de ubicarles. Además, la actual situación de confinamiento ha obligado a cerrar el local que la fundación tiene y al que acudían numerosos indigentes, dejándoles sin la información de primera mano de lo que sucedía en la calle relacionada con el colectivo. La interlocución entre los voluntarios y los sintecho es ahora muy complicada y el campamento abierto en la Fira que gestiona la Cruz Roja no ha tenido el éxito que esperaba el Ayuntamiento. Muchos indigentes que acudieron a los pabellones de Monjtuïc al inicio de la crisis sanitaria han acabado abandonando el recinto y regresando a las calles.

De la primera víctima ha trascendido que era español y tenía unos 60 años, los mismos datos que se conocen de la última víctima asesinada junto al teatro Tívoli. Este hombre era uno más de los que a diario hacen cola frente a la iglesia de Santa Anna para recoger el menú que junto a un grupo de voluntarios ofrece a diario el padre Peio Sánchez.

La segunda persona sin hogar asesinada tenía 27 años, era magrebí, y solía pernoctar en uno de los numerosos asentamientos de indigentes que hay en esa zona del barrio del Fort Pienc.

La Fundación Arrels ha puesto en marcha un nuevo equipo de voluntarios de 70 personas que recorre las calles de la ciudad para tratar de hacer una foto actual de la situación de los sintecho durante la pandemia. Mientras los investigadores tratan de averiguar si están ante un asesino de indigentes en Barcelona.

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