Los especialistas en medicina preventiva se posicionan contra el ‘pasaporte serológico’

| 11 abril, 2020

Estos expertos consideran que la iniciativa incentiva a la gente a contagiarse y “limita libertades”

ORIOL GÜELL. EL PAÍS.– La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph) se ha posicionado este viernes en contra de cualquier forma de pasaporte serológico que identifique a quien ha pasado la infección por el coronavirus. Es posible conocer esta circunstancia mediante un test que revela si la persona tiene los anticuerpos que la protegen frente al patógeno porque ya ha estado en contacto con él.

“Hay varios criterios de salud pública y legales, pero uno de los más importantes es que este tipo de pasaportes incentivan a la gente para que se infecte”, resumen fuentes de la Sempsph.

El documento llama a las Administraciones a “no proponer medidas” que supongan una “limitación estratificada de las libertades y derechos fundamentales por motivo de salud; atendiendo a los principios constitucionales de no discriminación, a los principios de igualdad, pertinencia y proporcionalidad”.

En un documento publicado en su página web, la sociedad que agrupa a los preventivistas españoles recuerda “el carácter confidencial de cualquier información clínica” y que la legislación ampara a los trabajadores frente a las empresas en caso de “ser requeridos” sobre si han pasado la enfermedad.

Solo en el caso de los empleados sanitarios, de residencias de mayores y equipamientos similares deberá tenerse en cuenta su estado serológico, y siempre a efectos de una mejor asistencia.

La comunidad de Castilla y León, así como algunos investigadores, han abogado en los últimos días por la creación de este tipo de certificados, un salvoconducto que permitiría a sus poseedores volver antes que el resto de la población a la vida normal.

El Ministerio de Sanidad, sin embargo, se ha mostrado contrario a este tipo de iniciativas que ahora empiezan a plantearse ante la flexibilización de las medidas de aislamiento que se producirá tras el descenso de casos y fallecimientos registrado después de un mes de confinamiento.

De momento, no se conoce por cuánto tiempo se inmunizan frente al virus las personas que se han repuesto de la infección por el SARS-CoV-2, el virus que provoca la Covid-19. En el primer SARS, que desapareció tras causar hace dos décadas casi 800 fallecidos en todo el mundo, esta se acercaría a los 10 años. El MERS, otro coronavirus que golpea principalmente a Oriente Próximo, este periodo es más corto, de unos dos años.

La Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene considera que “la tendencia decreciente de nuevos casos en España aconseja la planificación del desescalamiento progresivo” de algunas de las medidas de aislamiento adoptadas por el Gobierno. El documento evita establecer etapas y plazos y opta por una “respuesta adaptativa” que permita acelerar o retroceder en la vuelta a la normalidad según la evolución de la enfermedad y de un hipotético repunte de los casos.

Sobre el uso de mascarillas por parte de la población, el documento las recomienda al considerar que la evidencia extraída con el SARS avala su utilización: “El uso de cualquier tipo de mascarilla redujo la transmisión de la infección [del SARS] en la población general. Asimismo, la evidencia parece indicar que un uso por parte de la población general, en vez de solo personas sintomáticas, puede reducir la transmisión comunitaria de la infección”.

Entre otras medidas en el ámbito asistencial, las 54 páginas del documento llaman a las autoridades a adoptar una serie de iniciativas antes de iniciar la flexibilización del aislamiento, entre ellas “disponer de la capacidad, incluida la dotación de personal, para duplicar el número de pacientes tratados en las UCI en caso de ser necesario”.

También conmina al Gobierno a tener la capacidad de “evaluar grandes cantidades de pacientes sintomáticos de manera segura” en instalaciones como “carpas al aire libre o vehículos”. Igualmente, reclama que se disponga de «Equipos de Protección Individual (EPI) suficientes para todos los trabajadores de la salud y de centros sociosanitarios”, así como “del número suficiente de mascarillas quirúrgicas para proporcionar a todos los pacientes”, en ambos casos, “incluso si se duplicaran los casos”.

En materia de salud pública, los preventivistas consideran que las Administraciones deben tener previstos los medios “para recuperar y generalizar el progresivo rastreo de los contactos” de los contagiados y disponer de instalaciones como los hoteles medicalizados para aquellos infectados no hospitalizados “que no puedan cumplir con las medidas de aislamiento en el hogar”.

La sociedad también exige a las Administraciones organizarse para poder “realizar test rápidos a casos posibles y contactos sintomáticos en las primeras 24 horas desde” que el paciente detecta el inicio de los síntomas.

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