«Lo único que recuerdo es estar en el suelo y recibir patadas por todos lados»

, | 2 marzo, 2018

El vecino de Redondela apaleado por ir a una manifestación en defensa de España teme que lo vuelvan a atacar

CARLOS PONCE. LA VOZ DE GALICIA.- Cuando Aarón Rodríguez decidió ir con su familia a Barcelona, en septiembre del año pasado, jamás se podría haber imaginado que ese viaje sería el desencadenante de uno de los peores episodios de su vida. Aprovechando su estancia en la capital catalana para visitar a unos familiares, acudió con su padre a la manifestación a favor de la unidad de España celebrada en la víspera de la consulta ilegal en Cataluña. Su imagen, envuelto en una bandera de España, fue portada del diario The Guardian y también apareció en el programa Espejo Público, de Antena 3. Radicales de Vigo lo reconocieron.

«Empecé a recibir amenazas por la redes sociales y aparecieron pintadas amenazantes cerca de mi casa», recuerda el joven de 21 años. Pero el peor episodio llegó el 10 de diciembre. Mientras estaba pasándoselo bien con dos amigos por la zona viguesa de Churruca, empezó a escuchar gritos de nazi y fascista. A los pocos segundos, notó un fuerte golpe en la nuca que lo dejó prácticamente inconsciente. «Lo único que recuerdo de ese momento es estar en el suelo recibiendo patadas por todos lados», recuerda. Mientras lo golpeaban, le decían que se lo merecía por acudir a la manifestación y que lo vieron por la televisión. Sus amigos, que no estuvieron en la manifestación, también fueron apaleados. Consiguieron escapar, pero la pesadilla no acabó ahí.

Empezaron a correr y localizaron a una patrulla de la Policía Local. «Les dije que venían a por mí y que quería denunciar, pero me dijeron que lo primero que tenía que hacer era ir a urgencias», asegura el joven. Todo esto, sostiene, con los siete agresores a escasos metros sin que los agentes los detuviesen o se dirigiesen a ellos. Cuando llegó la ambulancia, los policías se fueron. Mientras los médicos curaban las heridas, los radicales esperaban a escasos metros sin separar la vista de la ambulancia. El pánico por un nuevo ataque era tal que los sanitarios cerraron a cal y canto el vehículo para atrincherarse hasta que llegaron el padre y el hermano del joven y los radicales se fueron. «Estuvimos quince minutos encerrados en la ambulancia», recuerda Rodríguez. Él y sus amigos fueron trasladados al Hospital Álvaro Cunqueiro.

El resultado de la paliza: tres dientes rotos, múltiples contusiones en todo el cuerpo y lesiones en las costillas. La convalecencia le obligó a estar veinte días de baja en su trabajo.

«Tengo miedo, me siento desprotegido. Mi comportamiento cambió por completo. Ahora nunca salgo de casa solo. Cuando veo una persona cerca de casa que no conozco, ya pienso que vienen a por mí», relata el vecino de la parroquia redondelana de Chapela. Ya ha cerrado todas las redes sociales para pasar lo más desapercibido posible.

El padre de Aarón, el exlegionario José Rodríguez, ha decidido demandar a los dos agentes municipales de Vigo que no atendieron a su hijo, «pues ni siquiera levantaron un atestado». José Rodríguez asegura que el jefe del cuerpo de seguridad justificó la inacción de estos dos agentes porque estaban a escasos minutos de acabar su turno y se negaban a realizar horas extra. La indignación que dicen sentir por la actitud que adoptaron los agentes es máxima.

La familia de Aarón denunció los hechos finalmente ante la Policía Nacional, que es la que se encarga ahora de la investigación. A la espera del juicio, que se celebrará en la Audiencia Provincial, los agresores siguen sueltos. Según la Policía, los investigados tienen relación con los Celtarras, el grupo de seguidores radicales del Real Club Celta. Se les atribuye un delito de odio por ser ataques dirigidos hacia una persona a la que discriminan por motivos ideológicos.

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