Las agresiones contra el colectivo LGBT se disparan en Barcelona

| 14 abril, 2024

El Español.- Las agresiones al colectivo LGTB se han disparado en 2023. Así lo corroboran los datos de los Mossos d’Esquadra, que registraron 206 ilícitos penales el año pasado, 35 más que en 2022, cuando hubo 171 delitos de ocio odio contra este colectivo. 

El último suceso conocido fue la semana pasada en el barrio de Sants, cuando un grupo de jóvenes atacó brutalmente a un hombre trans en medio de la calle. El Observatori contra l’LGTBIfòbia y la Federación Plataforma Trans se ha puesto a disposición de la víctima. “Me empezaron a dar puñetazos en la cara, en la boca, patadas en la cara, en el pecho y en el cuello, gritando puto trans, qué asco me das«, explicaba el hombre en sus redes sociales.

Agresores inimputables que actúan en grupo

Fuentes de los Mossos d’Esquadra explican a Metrópoli que no les consta ninguna denuncia. Según Eugeni Rodríguez, presidente de L’Observatori Contra L’LGTBI-fòbia, esto se debe a que, en muchas ocasiones, los agresores son menores de edad inimputables. «Estamos muy preocupados porque estamos detectando un patrón concreto: grupos de jóvenes — de unos 13 años– que rodean a personas trans y las agreden— añade el activista. 

El ataque a este hombre trans no es un hecho aislado. En las últimas dos semanas, Barcelona ha sido el escenario de varios delitos de odio contra el colectivo LGTB. A finales de marzo, una mujer transexual fue víctima de un brutal ataque a plena luz del día en el Poble-sec con el mismo modus operandi: un grupo de unos 20 adolescentes se le acercó y la comenzó a agredir por su identidad de género, llegando incluso a lanzarle un perro.

Ataque a una mujer trans y a otra no binaria

Unos días más tarde, otro grupo de jóvenes atacó de la misma manera a una mujer trans y a una persona no binaria en la Trinitat Vella. En esta ocasión, sí que presentaron una denuncia a los Mossos.

L’Observatori Contra l’LGTBI-fòbia, en 2023, contabilizó 302 casos de odio contra este colectivo, 65 más que el año anterior. La diferencia de cifras con los datos de la policía catalana es porque en el cuerpo autonómico se centra en las infracciones penales, mientras que en el observatorio también recogen quejas que no tienen por qué derivar en denuncia. 

Mensajes de odio en redes sociales

«Los autores de esas agresiones suelen ser muy jóvenes. Claramente, hay algo que no está funcionando, están impregnados de una intolerancia que hay que revertir. Los discursos de extrema derecha y los mensajes de odio en redes sociales legitiman este tipo de sucesos que no son exclusivos de Barcelona, sino que se reproducen en toda Europa», añade Rodríguez, que ha aprovechado la ocasión para recordar la importancia de las campañas de sensibilización y prevención.

Elena Longares, responsable del Servei Cruïlles –de Atención a adolescentes LGTBI– del Centre Jove d’Atenció a les Sexualitats, explica a este digital que este tipo de agresiones son solo la punta del iceberg de toda la violencia que sufren las personas trans. «Nos fijamos en este tipo de sucesos porque son más fáciles de identificar, pero la vulneración de derechos es constante durante toda su vida y también tenemos que centrar la atención en las discriminaciones indirectas«, explica la experta. 

‘La violencia contra la gente LGTB ha crecido’

Preguntada por el aumento de ataques al colectivo trans, coincide con Eugeni Rodríguez y señala la legitimación de los discursos de ultraderecha como una de las causas de este suceso, aunque no el único. «Hay que poner en valor la sensibilización: cada vez se comunican más este tipo de agresiones, pero no podemos negar que la violencia contra la gente LGTB ha crecido«, lamenta. 

Para Longares es fundamental el ámbito preventivo: «Esto merece un análisis en profundidad que no se está haciendo. Antes del ataque siempre hay un proceso de deshumanización de la persona. Los menores reproducen discursos aprendidos y hay que hacer un buen diagnóstico para ver dónde está el origen de esta violencia«.

A pesar de las múltiples campañas de sensibilización, algunas de las personas que sufren violencia LGBTfóbica siguen teniendo miedo de denunciar. «Hace diez o quince años, cuando ibas a denunciar una agresión, el funcionario que te atendía lo veía como una simple pelea. Afortunadamente, esto ha cambiado, pero aún hay mucho trabajo por delante», dice la responsable del Servei Cruïlles. 

‘La ciudadanía debe perder el miedo a la policía’

Desde la Gaylespol –asociación de policías LGTB– remarcan la importancia de que la víctima denuncie. Así lo explica Isabel Tapia, expresidenta, fundadora y actual coordinadora de la vocalía de formación de Gaylespol: «Este es uni de los ítems en los que más incidimos. La ciudadanía debe perder el miedo a la policía: estamos aquí para ayudar a todas las víctimas«, dice la agente de la Unidad de Atestados de la Policía Local de Sabadell.

Tapia, de la misma manera que Longares y Rodríguez, cree que parte del aumento de las denuncias se deben a las políticas de concienciación y que «cada vez hay más acercamiento de la policía al colectivo LGTB». No obstante, también reconoce que está habiendo un aumento real de las agresiones y las discriminaciones: «Estamos viendo una corriente –tanto en la calle como en la política– donde se respalda el discurso de odio. Antes no se atrevían a decir según qué cosas, pero ahora se sienten legitimizados y esto acaba desencadenando en agresiones. 

Cómo actuar ante un delito de odio

Para Gaylespol también es importante que los ciudadanos sepan cómo actuar si son testigos de un delito de odio, algo que no es tarea fácil en las grandes ciudades, donde «la gente no se suele implicar» y «no hace nada para evitar la agresión», algo que se extrapola a todo tipo de ilícitos penales. Para la asociación de policías LGTB, hace 18 años que se encargan de visibilizar, sensibilizar y formar a agentes para que puedan dar un servicio real y eficiente a cualquier víctima. 

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