La Universidad balear acoge una charla bajo un lema antisemita y en apoyo a Hamás

| 23 abril, 2024

ABC.- La Universidad de las Islas Baleares (UIB) acogió este viernes una «charla informativa» dedicada a «combatir la propaganda sionista» en la que los organizadores -del movimiento Ciutadans per Palestina (Ciudadanos por Palestina)- defendieron al grupo terrorista Hamás y exhibieron una pancarta que rezaba el lema antisemita ‘Desde el río hasta el mar’, que reivindica el exterminio de Israel.

El acto se celebró el pasado 19 de abril en la Sala Magna de la Facultad de Educación de la UIB bajo el título «Cómo combatir la propaganda sionista: Palestina más allá de los mitos de Israel» y se centró en reflexionar sobre las «tergiversaciones del pasado y del presente que practican Israel y sus satélites mediáticos con el objetivo de descontextualizar el conflicto». Esta charla fue publicitada en la agenda cultural de la universidad pública.

Los ponentes hablaron del «mito del holocausto» -aunque posteriormente reconocieron que había existido- y definieron a Hamás como un grupo legítimo «de resistencia anticolonial». También repartieron pegatinas con el lema ‘Del río hasta el mar’ y camisetas con el mensaje ‘Arruix Sionistes’ (Lejos sionistas).

«El objetivo es defender la narrativa de Palestina, que ha sido arrollada todo este tiempo; esa narrativa es que hay una guerra entre Hamás e Israel, pero no es así y queremos ir más allá de estas relaciones y desmitificar esta parte histórica», defendió Ciudadanos por Palestina, sin un portavoz concreto y sin facilitar sus nombres.

Sentados delante de la pancarta que decía ‘Del río al mar. Palestina Libertad’ en mitad del escenario, los ponentes legitimaron el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 en el que Hamás y grupos armados palestinos de la franja de Gaza iniciaron un ataque sorpresa contra Israel, donde llevaron a cabo ejecuciones sumarias y secuestraron a más de 200 personas, la mayoría civiles. Según el Ministerio de Salud israelí, al menos 1.200 personas perdieron la vida y casi 3.500 resultaron heridas.

«Se estaban defendiendo. No atacaban ciudadanos civiles sino a ciudadanos soldados», defendió este movimiento, rebajando el atentado de Hamás a un ataque «contra objetivos militares».

Uno de los argumentos fue que «Hamás no es una extensión de Al Qaida, ni de Isis, ni un peón de Irán». «No podemos decir que unas personas que están luchando por sus vidas están comandadas por Irán. Hoy en día han activado, junto a otras organizaciones armadas, la sala de operaciones conjuntas, que es la que se encargó de la respuesta del 7 de octubre… El 7 de octubre, cómo sabéis, fue un ataque a las bases militares, comunicativas y también humanas del colonialismo israelí. Hamás tiene cada vez más soporte porque está mirando de dar soluciones en lugares donde las soluciones son más difíciles porque Israel ha desactivado todos los intentos de movimientos y estrategias políticas de la sociedad palestina».

El Movimiento sostuvo que «los judíos, si no quieren vivir en una sociedad igualitaria donde se respeten los derechos de las personas más allá de su procedencia histórica y su relato bíblico, tienen otro pasaporte. Han venido de Estados Unidos, de Rusia, de Eslovenia, de Inglaterra, de Francia, de España… Por tanto, si no están de acuerdo en que ese lugar se descolonice, se pueden ir en cualquier momento y nadie les está diciendo que los tirarán al mar. Lo único que se pide es una sociedad futura donde no haya este tipo de divisiones».

El movimiento también señaló a la investigadora de la UIB, Laura Miró, la mayor experta en la historia de los judíos en Mallorca, publicando uno de sus tuits y animando a combatir la «manipulación histórica» y las ‘fake news’ con diapositivas en las que proyectaron el mensaje de la historiadora que defendía que [el Estado de] «Palestina no existe porque prefirieron no existir a tolerar un Estado judío».

Medio centenar de asistentes siguió esta charla coloquio con normalidad hasta el momento en que un periodista preguntó a los ponentes si consideraban que Hamás era un grupo terrorista y si condenaban el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel: «Gente que va casa por casa, violando mujeres, ejecutando bebés, matando familias. ¿Eso no es terrorismo?», preguntó Octavio Cortés, que grabó todo el coloquio para el digital e-notícies.

«¿Estás hablando del Ejército de Israel?», le respondieron en tono de mofa. «No, estoy hablando de Hamás», replicó Cortés, que asegura que los conferenciantes rechazaron hacer una condena expresa contra Hamás. ¿Lo del 7 de octubre no fue un ataque terrorista?, prosiguió Cortés, a lo que le respondieron con evasivas alegando que «Israel cometió matanzas desde su fundación».

«Mito del Holocausto»

La tensión aumentó cuando les cuestionó por el «mito del holocausto» y les informó de que todo está grabado. En este momento, uno de los organizadores intentó expulsar al periodista de la sala. «Hemos venido a formarnos, si vienes aquí a sabotearnos… Ya estás borrando tus vídeos o te denunciamos a la Policía», le espetan. Cortés deja de grabar pero no abandona el aula. Denuncia que le intentaron echar en tres ocasiones acusándolo de «alborotador» porque «este grupo tiene serios problemas con la libertad de prensa».

El periodista exige a la universidad pública y al rector, Jaume Carot, que den explicaciones por el uso de sus instalaciones públicas para llevar a cabo «semejante aquelarre».

Desde la UIB no han hecho ningún comunicado público pero han respondido a las preguntas de este diario, alegando que el acto se celebró «como otros muchos actos se celebran en las aulas universitarias», después de que la Facultad diera el viernes 19 el «visto bueno» a la petición de «unos estudiantes que habían pedido realizar una charla y videoproyección sobre Palestina».

La universidad lo apoyó al creer «firmemente» que el campus «debe ser un espacio de debate y de conocimiento» en el que se pueden abordar «temas relevantes más allá de las aulas, siempre que se haga desde el respeto y el rigor».

No obstante, se desvincula del contenido al recordar que «la UIB no asume como propios los contenidos de estas actividades», sino que simplemente «promueve un ambiente de libre expresión y análisis crítico».

El malestar crece entre el profesorado por la actitud «equidistante» de la universidad dirigida por Carot, y también proliferan las críticas desde la comunidad judía. Su presidente, Arieh Girondí, condena sin ambages el uso de la pancarta con el lema ‘Desde el río hasta el mar’ utilizado en esta charla. «Cada uno puede opinar lo que quiera. Yo, personalmente, opino que es una incitación al genocidio de los judíos que están viviendo en Israel. El río es el Jordán y el mar es el Mediterráneo y lo que reivindican es que ese espacio le pertenece a Palestina, aunque explícitamente no lo dicen. Eso es lo que significa», responde.

Girondí reconoce que desde este lunes está haciendo las consultas pertinentes para probar si este hecho pudiera ser constitutivo de un delito. «Nosotros estamos evaluando lo que se va a hacer y está abierto. Lo que se ha hecho es evidente: se está promocionando a grupos terroristas, no es aceptable que un centro académico como la UIB albergue este tipo de actos. Por eso, vamos a ver si hay una comisión de ética en la universidad y vamos a ver si lo exponemos», plantea el presidente de la Comunidad Judía de Baleares.

Por otro lado, todavía sorprendida por el señalamiento, la investigadora Laura Miró se defiende de las acusaciones del movimiento Ciudadanos por Palestina. «Escribí que no existía Palestina porque los árabes no habían tolerado un Estado ahí. Esto es lo que pasó en 1947 y 1948. Es Historia y me refería al Estado, obviamente», explica indignada Miró, que reconoce que está en el punto de mira desde que mostró su «empatía» con el pueblo judío a raíz del atentado del 7 de octubre de 2023.

Recuerda que es alumna de la UIB y está haciendo doctorado en la universidad pública de Baleares. «¿En qué papel queda que se haga un acto donde se me señale como sionista?», se pregunta a la vez que insta a la UIB a tomar medidas porque «ese discurso de odio es muy grave».

«Hablar del ‘mito del holocausto’, decir que Hamás no es terrorista, que todos los israelíes asesinados lo merecen… es un discurso de odio. Y encima hacerlo en la universidad, en la Facultad de Educación», censura Miró, que es una de las firmantes del manifiesto contra el antisemitismo publicado la pasada semana y que aboga por el respeto mutuo. Ella y sus impulsores alertaron ya en la presentación de «la irrupción de un antisemitismo que, antes del 7 de octubre de 2023, creíamos que era un asunto del pasado».

Por su parte, el movimiento Ciudadanos por Palestina se defiende de las críticas asegurando que su acto «no estaba dedicado a condenar ni alabar nada» sino «simplemente a mostrar, mediante fuentes históricas rigurosas y evidencias audiovisuales, las causas y las consecuencias de un conflicto y de sus violencias».

En un comunicado, acusan al periodista Octavio Cortés de grabar sin permiso este acto y de «exigir insistentemente que condenásemos Hamás», de acusarles de negar el holocausto y de ser antisemitas. El movimiento señala con nombre y apellidos a varios periodistas y reconoce que criticó durante su coloquio el «reciente manifiesto contra el antisemitismo que han defendido y firmado con una fotografía personajes como él, Laura Miró» y otros nombres.

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