Los votantes de PP y Ciudadanos son lo que menos libres dicen sentirse para tratar asuntos políticos
JAUME PI. LA VANGUARDIA.- Hablar de política no es fácil para muchos catalanes. La última encuesta del CEO, titulada Cosmopolitismo y localismo en Catalunya, pregunta a los ciudadanos sobre si se sienten libres de mantener conversaciones sobre asuntos políticos y la mayoría contesta con un sí condicional: solo en círculos determinados.
Un 47,3% de los encuestados manifiesta que se siente libre de hablar de política pero solo con determinadas personas y un 9% responde directamente que no está cómodo “casi con nadie”. En el otro lado de la balanza, el 42,7% declara que puede debatir de política “con todo el mundo”. La pregunta no se refiere a ningún asunto en concreto y, por lo tanto, no especifica si el principal tabú es la cuestión independentista o cualquier otra.
Los votantes del PP y Cs declaran no sentirse libres de hablar de política casi con nadie en un 13% y un 12%, respectivamente, mientras que el 68% y el 62% asegura que solo puede hablarlo con determinadas personas
No obstante, el CEO sí que concreta qué electores dicen sentirse más condicionados a la hora de abordar sus discusiones políticas, al menos en función de lo que votaron el 28-A. Son, por este orden, los de PP y Ciutadans. Los votantes populares declaran no sentirse libres de hablar de política casi con nadie en un 13%, mientras que el 68% asegura que solo puede hacerlo con determinadas personas. Solo el 18% restante asegura no tener ningún problema. En el caso de los electores de Cs, un 12% se siente coaccionado al hablar de política, un 62% solo se permite estas conversaciones con algunas personas y el 25% restante se siente con total libertad.
La encuesta también recoge si las cuestiones políticas están presentes en las conversaciones de los catalanes y, pese a la efervescencia del momento, lo están mucho menos de lo que se podría pensar. Un total del 40% de los encuestados admite que habla de política en un ámbito familiar “pocas veces” o “casi nunca”, mientras que el 32% dice que lo hace “a veces” y un 24%, “habitualmente”.
Según el CEO, la familia sigue siendo el círculo de confianza en el que más se habla de política porque entre los amigos, las conversaciones son habituales solo para un 19% de los encuestados. En este ámbito, se habla “a veces” en un 33% mientras que un 24% dice que habla con amigos de política “pocas veces” y un 22%, “nunca o casi nunca”.
Finalmente, en el trabajo o en los estudios resulta mucho menos habitual conversar sobre actualidad política. Un 38% de aquellos que dicen que trabajan o estudian casi nunca habla de política con los compañeros, un 27% lo hace pocas veces; un 32%, a veces y un 17%, habitualmente. Aunque el sondeo no cruza estos datos, una fácil deducción señala que allí donde los catalanes se encuentran más cómodos para dar rienda suelta a sus pensamientos sobre la crisis catalana o el futuro de la UE es el núcleo familiar y las amistades más cercanas.