Marca.- Lideró a su equipo al tercer puesto del campeonato del Mundo.
El goteo de incidentes racistas en el deporte no cesa. Y tiene su lógica que sea así, porque la gente racista encuentra en este ámbito facilidades para esconderse en un anonimato similar a las redes sociales, que propicia que se puedan tener actitudes que seguramente no serían capaces de demostrar en persona.
La última víctima ha sido la italiana Paola Egonu, jugadora de la selección de voleibol, que sufrió un episodio racista durante el partido por el tercer puesto del Mundial 2022, celebrado en Países Bajos y en Polonia. El partido se jugó en la localidad neerlandesa de Appeldoorn e Italia venció por 3-0 (25-20, 25-15 y 27-25) a Estados Unidos. Sin embargo, alguien le gritó a Egonu, una de las líderes del equipo, la insultante pregunta de por qué era italiana.
«No lo puedes entender, no lo puedes entender. Me preguntaron por qué soy italiana… Este es el último partido con la selección nacional», dijo entre lágrimas apenas acabado el encuentro. Después, ante la inquietud del mundo italiano del voleibol y los apoyos recibidos, puntualizó que sólo se tomaría un «descanso» para volver con «más fuerza».
«Me duele que me ataquen porque siempre pongo el corazón y nunca falto al respeto. Siempre es un honor vestir la camiseta ‘azzurra’, me gustaría tener un verano libre para descansar como persona y para mi cabeza. Es feo decirlo, no quiero quitarle el mérito ni el respeto a mis compañeras, pero la señalada siempre soy yo. Siempre van a ver cómo lo hice mal o cómo podría haberlo hecho mejor». También cargó contra aquellos que no la consideran italiana: «Me hace gracia pensar que he leído a gente preguntándome por qué soy italiana. Me pregunto por qué tengo que representarles. Pongo mi alma en ello, pongo mi corazón en ello, nunca le falto el respeto a nadie y me duele».
