El miembro de la extrema derecha que promueve el acto se reunió ayer con el subdelegado del Gobierno y asegura que hay «acuerdo» sobre ello
JOSÉ PARILLA. LEVANTE.- El subdelegado del Gobierno en Valencia, Juan Carlos Valderrama, se reunió ayer con el convocante de la concentración contra el islam y llegaron a un «acuerdo» para hacerla otro día, en otro lugar y con otros eslóganes que no ofendan a los musulmanes ni vulneren la libertad de culto. Así lo aseguró ayer el propio afectado, Juan Antonio Larrea, quien ha decidido no pleitear por este asunto y optar por esta otra alternativa.
Como ha venido informando este periódico, Juan Antonio Larrea, que se identificaba como un «patriota europeo» contra la «islamización de occidente», pidió permiso para hacer una concentración el próximo viernes, 23 de enero, ante la mezquita de Valencia. Su objetivo es protestar contra los atentados de Francia y denunciar al islam en general.
La Delegación del Gobierno, sin embargo, la ha prohibido aludiendo a los posibles altercados públicos y a la violación del derecho de culto, recogido en la Constitución.
Ante esta situación, la primera idea del convocante, líder de varias plataformas de extrema derecha, fue recurrir ante el TSJ, pero el subdelegado del Gobierno lo citó para el día de ayer y se han buscado alternativas fuera de la Justicia.
Según explicó Larrea, la Subdelegación del Gobierno les dijo que podría admitir una nueva convocatoria que no fuera delante de la mezquita, en una fecha distinta y con mensajes que no hagan referencia ni al islam ni a los musulmanes. Únicamente se podrá utilizar la palabra «yihad», es decir, solo se podría protestar contra los terroristas yihadistas, no contra toda la religión.
Así pues, eso es lo que harán. La idea es convocar la concentración el viernes siguiente, día 30, en la plaza del Ayuntamiento. Y en la comunicación a la Delegación del Gobierno solo habrá referencias a la yihad.
«Son matices que la gente no entiende, pero si vulnera la ley, lo cambiaremos y ya está», dice el afectado, que asegura, en cualquier caso, que «el espíritu es el mismo».
Con esos datos y por lo acordado ayer, Larrea cree que no habrá problemas para la nueva convocatoria. Cree, además, que si se denegara, el Tribunal Superior de Justicia la autorizaría. De hecho, no se ha descartado la posibilidad de pedir esta convocatoria por la vía de urgencia y así poder celebrarla el día 23, que era la fecha prevista en un principio.