La Voz de Galicia/ANTÓN LESTÓN.- El acto detuvo el partido nueve minutos, mientras que desde la directiva niegan un comportamiento de ese tipo.
El campo de O Pinguel fue este domingo escenario de un feo suceso. Se estaba jugando el Ponteceso-Almeiras, del grupo 2 de la Segunda Autonómica femenina cuando , con 1-1 en el marcador, el colegiado fisterrán David Castreje decidió parar el partido en el minuto 78. El motivo, el aviso de una jugadora que estaba siendo presuntamente insultada por unos aficionados desde la banda. En el acta, consta lo siguiente: «No minuto 78, tras unha serie de insultos de tipo machista a unha das xogadoras do equipo visitante por parte de cinco afeccionados claramente vinculados ao equipo local, decido parar o partido e pedirlle ao delegado local que bote das instalacións a ese grupo concreto para continuar co partido. O equipo técnico local colaborou dende o primeiro momento e despois de 9 minutos, reanudouse o partido con normalidade».
La otra versión de los hechos
El colegiado del encuentro quiso remitirse al acta y no dar declaraciones sobre lo sucedido, mientras que desde el club sí describieron una versión de los hechos que difiere bastante. Desde la directiva y varios aficionados allí presentes aseguran que no hubo tales insultos. Se trató, según esta versión, de un enfrentamiento que fue a más después de que los aficionados le recriminaran un mal comportamiento y de que la jugadora les hiciese un par de gestos obscenos, llegando a bajarse los pantalones para enseñarle las nalgas a ese grupo de seguidores locales. La tensión fue a más, pero no hubo, dicen, ningún comportamiento machista.
Fuese como fuese, desde el club muestran su total repulsa a este tipo de actitudes y seguirán investigando lo sucedido.
