DOS MANZANAS.- Claver Touré , activista en defensa de los derechos LGTB de Costa de Marfil, fue objeto de un terrible hostigamiento el pasado 20 de enero por parte de un grupo de unas sesenta personas, que se agolpó frente a su domicilio profiriendo insultos homófobos, amenazas de muerte y arrojando basura. Touré quedó atrapado en su propia vivienda hasta que la policía dispersó a los asaltantes. Tras refugiarse luego en la sede de Alternative-Côte d’Ivoire, la asociación que preside, sufrió de nuevo repetidos ataques, cada vez más violentos, por parte mismo grupo. En el asalto producido el 25 de enero fue herido el vigilante de seguridad del edificio, que tuvo que ser hospitalizado, mientras que la sede quedaba destrozada.
Hombres, mujeres y niños componían la masa de asaltantes que asediaron el domicilio de Claver Touré, lanzando desperdicios y piedras y profiriendo todo tipo de insultos homófobos. En las paredes y puertas del edificio escribieron proclamas del tipo “no a los maricones en nuestra ciudad” o referencias bíblicas como “abandonarás a tu padre y a tu madre y te unirás a una mujer, no a un hombre”. Claver Touré describía este primer asalto como “el comienzo de una pesadilla. Vinieron a tomarnos como rehenes, nos secuestraron y arrojaron montones de inmundicias y basura frente a nuestra puerta. Fuimos agredidos y secuestrados durante 25 minutos hasta que la policía del distrito logró sacarnos de allí”.
Refugiado en la sede de su asociación, Touré y quienes allí se encontraban tuvieron que padecer de nuevo la agresión de un grupo formado por unas 60 personas, que atacaron las oficinas de Alternative-Côte d’Ivoire los días 22 y 23 de enero, profiriendo el mismo tipo de insultos y arrojando piedras contra la sede, ocasionando la rotura de los cristales y el terror de quienes se encontraban en el interior. Los asaltantes, habitantes de un elegante barrio residencial de Abidjan, negaban ser homófobos, escudándose en querer defender a los niños, que, según ellos, “nos informan regularmente de que ven hombres besándose y de madrugada descubren condones cerca de la residencia de esas personas”.
El último asalto, el de mayor gravedad, se produjo el día 25. Touré describía los hechos y la situación de su organización, cuyos miembros se encuentran actualmente en la clandestinidad, mediante este comunicado: “lamentamos informar que a las 14:50 de este sábado 25 de enero de 2014, la sede de la Alternative-Côte d’Ivoire ha sido saqueada. Se han llevado todo lo que han podido, el resto lo han destrozado. Nuestro vigilante de seguridad ha resultado herido y en está en estado crítico, habiendo sido evacuado de urgencia al hospital. Por supuesto, la Policía fue avisada, ya que está a solo tres minutos de nuestras instalaciones, pero no se ha dignado a aparecer. Gracias al embajador de Francia, que me acaba de llamar, el ministro del Interior, que se encuentra en Gabón, se ocupará del asunto. Como se suele decir, más vale tarde que nunca”.
Tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch han solicitado al gobierno de Costa de Marfil que investigue los hechos y proteja a los activistas LGTB de todo tipo de violencia. Costa de Marfil se cuenta entre los países africanos donde la homosexualidad no ha estado nunca perseguida, en este caso debido a la herencia legislativa francesa. Sin embargo, no existe ningún reconocimiento oficial para las parejas del mismo sexo ni ninguna política de lucha contra la discriminación por razón de orientación sexual o de protección contra la homofobia.