El odio neonazi vuelve a la calle

, | 3 febrero, 2014

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A. NEGRE / G. HERMIDA.- La violencia ideológica ha vuelto a las calles. Los grupos neonazis asentados en la Región parecen haber cobrado fuerza en los últimos meses a tenor de algunos episodios violentos en los que han dejado su firma. Estas bandas, conformadas en su mayoría por integrantes muy jóvenes y ligados al Movimiento Social Republicano (MSR), a la Plataforma España 2000 o a la desmantelada Falange Auténtica, aglutinan, según fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, en torno a medio centenar de jóvenes en la Comunidad. Las señas de identidad de estos grupúsculos ‘fachas’ son el rechazo absoluto a la inmigración y a la destrucción del Estado español. Su número, recalcan, no ha ido en aumento en los últimos años, aunque sí han ganado en organización y poder de convocatoria.

La sinrazón gana terreno.

«Corred por vuestras vidas» fue la frase -un tanto peliculera- que escucharon los clientes de una sala de conciertos de la zona de tascas de Murcia el pasado domingo cuando un grupo de unos veinte encapuchados armados con palos y cadenas tomaron el local. Los agresores lucían una estética ligada a la ultraderecha y, según recordaron algunos testigos, varios portaban bufandas del Real Murcia. Tenían un objetivo claro: dos jóvenes de estética ‘punki’ que disfrutaban de unas cervezas en la barra. Según recoge la grabación de una cámara de seguridad de la sala, uno de los chavales, de tan solo 20 años, fue golpeado en la cabeza con una jarra de cerveza y posteriormente con un bate de béisbol. Recobró la conciencia ya en el hospital.

Este episodio violento, que por el momento se ha saldado con la detención de tres jóvenes, no ha sido el único que los grupos de extrema derecha se han apuntado en los últimos meses. A mediados de diciembre, algunos chavales con indumentaria y estética neonazi sembraron el pánico entre los clientes de algunos locales de copas de la capital lanzando botellas a las terrazas. Solo unos días después, la irrupción violenta de un grupo de ultras, armados con bates de béisbol y palos de hierro, obligó a suspender un partido de fútbol amistoso en Cieza.

A comienzos del pasado año, el Frente de Acción Estudiantil (FAE) denunció las agresiones sufridas en Murcia por algunos integrantes de movimientos sociales o estudiantes por parte de grupos neonazis. Según explicaron fuentes de esta organización, esas bandas de ideología de radical propinaron palizas a cinco jóvenes en solo un mes y, en algunas ocasiones, llegaron a emplear armas blancas en sus ataques.

La violencia ideológica, sin embargo, no es terreno exclusivo de la extrema derecha. Las fuentes consultadas pertenecientes a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad recalcan que estos grupos viven inmersos en una eterna batalla con el otro extremo oscuro de la lucha política y ese conflicto explica la mayoría de los episodios violentos protagonizados por ambos. ‘Sharperos’, ‘rash’ (Red&Anarchist Skin Heads) y miembros de las Brigadas Antifascistas (‘baf’) también se encuentran detrás de numerosos asaltos perpetrados en los últimos años en la Región. Fuentes policiales calculan que cerca de medio millar de jóvenes -generalmente entre 16 y 25 años- integran estos grupos de ultraizquierda en la Región. Apenas medio centenar de ellos resultan realmente potencialmente peligrosos. ¿Su ideario? Rechazo a las estructuras sociales y odio absoluto a los neonazis.

El catedrático de Sociología de la Universidad de Murcia (UMU) Pedro Sánchez Vera explica que «nuestras sociedades globalizadas hacen que se pierdan identidades» y recalca que «los sujetos, sobre todo los jóvenes, necesitan buscar identidades». Estos grupos, razona, encuentran su caldo de cultivo en esa misma lógica de búsqueda de identidad. «El hecho de ser jóvenes y de reclutar adeptos entre ellos es una característica común a estos grupos», recalca Sánchez Vera.

Según explica este experto, estas organizaciones suelen estar «globalizadas» y conectadas entre sí a través de páginas web y redes sociales. «Comparten su odio al extraño», explica. «Van contra gitanos, homosexuales, drogadictos, traficantes, ‘okupas’…». Advierte, además, de que «están organizados con jerarquía militar» y, si bien la mayoría de sus componentes son jóvenes, también hay algún ‘senior’ entre sus filas.

«Visión del mundo simple»

Juan José García Escribano, profesor titular de Sociología de la UMU, asegura que cada vez hay más grupos relacionados con los extremos ideológicos y explica que éstos «tienen que ver con la situación que estamos viviendo». Este experto en movimientos sociales alerta de que este fenómeno «se puede ir incrementando de acuerdo a la coyuntura» y sostiene que en su germen se encuentra el principal obstáculo de la juventud actual. «El problema es que no tienen futuro», recalca.

García Escribano recuerda que estos grupos de ideologías extremas «están delimitando una visión del mundo muy simple. De buenos y malos», y subraya la necesidad que sienten algunos jóvenes «de integrarse en estos grupos para consolidar algo su futuro». En algunos casos, los chavales solo tratan de reafirmarse entre sus iguales, pero algunos llevan esto al extremo «y se llega a estereotipar y despersonalizar a las víctimas». Este profesor de Sociología recalca que «este es más un problema social que individual».

Respecto a las medidas a adoptar, García Escribano hace hincapié en que «éstas no pueden ser solo policiales» y alerta sobre la falta de supervisión por parte de los padres. «En ocasiones no supervisamos lo suficiente a nuestros hijos», explica. Recalca, además, que hay que fomentar la responsabilidad de los propios jóvenes. «Muchos de ellos creen tener derecho a todo, sin haber hecho casi nada».

 

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