La Federación Española considera «muy graves» los hechos ocurridos en el choque ante al Racing y el equipo gerundense se ve obligado a disputar sin público su encuentro del domingo ante el Leganés
JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ. EL DIARIO MONTAÑÉS.- El Llagostera jugará el próximo domingo contra el Leganés (19.00 horas) a puerta cerrada después de que la Federación Española de Fútbol le haya sancionado con un partido por los gestos racistas que una seguidora del equipo gerundense le dedicó al racinguista Mamadou Koné en el partido de ida del play off de ascenso a Segunda División. Entonces, la seguidora, ubicada en la grada principal del campo, le hizo el grosero gesto del mono al delantero costamarfileño cuando éste se acercó a la banda en una acción del juego.
A consecuencia de estos hechos, que ocurrieron el pasado 18 de mayo en el Estadio municipal de Llagostera, la Comisión Estatal Contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte abrió un expediente al club gerundense, que ha derivado en la sanción impuesta por el Comité de Apelación de la RFEF, dada a conocer ayer.
Por tanto, el Llagostera jugará el domingo el primer partido como local de su historia en Segunda a puerta cerrada, sin el apoyo de sus aficionados, que tendrán que esperar dos semanas más para poder ver a su equipo, el 13 de septiembre contra Osasuna. Cabe recordar que el equipo blaugrana disputará esta campaña sus partidos en Palamós ya que su pequeño campo no cumple con las exigencias mínimas de la LFP.
Consecuencias
La UE Llagostera lamenta el castigo porque, recuerda, «desde el primer momento se trabajó para poder reducir al máximo esta sanción», pero que, «pese al expediente inmaculado que presentaba el Llagostera hasta ese momento», el Comité ha considerado «que los hechos son muy graves y que la sanción no se puede ver reducida».
Los responsables del club presidido por Isabel Tarragó identificaron y denunciaron ante los Mossos a la aficionada que protagonizó los gestos racistas, que no era socia del club, cuya actitud se hizo pública al ser registrada por las cámaras de televisión. Además, la entidad declaró a la mujer persona «non grata» y le ha impedido el acceso a las instalaciones del club de por vida. La seguidora además fue despedida de su trabajo en las taquillas del Museo del Fútbol Club Barcelona, que utilizó el código ético por el que se rige para rescindir su contrato.
El afectado por el insulto, Mamadou Koné, denunció la actitud de la espectadora en su cuenta de Twitter, desde la que también agradeció el apoyo recibido por parte de todo el mundo del fútbol y el deporte en general. Entre ellos el de Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, que en una visita que realizó a Santander cuatro días después del incidente, pidió «perdón» al futbolista «en nombre del deporte español» y calificó de «execrable» el gesto racista que sufrió.
