Dimitris Avramapoulos, ¿un comisario europeo de inmigración xenófobo?

| 1 octubre, 2014

dimitrisMARÍA GOBERN. 20minutos.- Ayer en una audiencia en la Eurocámara sobre inmigración, Dimitris Avramapoulos, rechazó la idea de una Europa fortaleza pero sugirió acelerar las repatriaciones apuntando que “respetando los derechos fundamentales se aplique a los solicitantes rechazados un retorno rápido y eficiente“.

Puede sonar más o menos bien pero asusta si recordamos que Nueva Democracia tiene un pie en la Comisión Europea. El nuevo comisario europeo de inmigración y exministro de Defensa griego, Dimitris Avramopoulos, es miembro de Nueva Democracia, liderada por Adonis Samaras, partido que ha impulsado las detenciones de inmigrantes sin papeles en Grecia.

Nueva democracia defiende la “mano dura” con los inmigrantes y en épocas electorales sus mensajes alarmistas son el primer grito en sus micrófonos. Tanto que el partido rivaliza con el partido neonazi Amanecer Dorado para conseguir los votantes más xenófobos. En las últimas elecciones locales en 2013, Samaras prohibió la construcción de una mezquita. Atenas es la única capital europea dónde las mezquitas no son legales.

Esta formación conservadora en coalición con Pasok ya hace años que causa polémicas, una de ellas fue la propuesta para deportar de inmediato a los extranjeros que acusen falsamente de crímenes racistas a las instituciones del Estado, como la policía. Propuesta que puso los pelos de punta al Consejo de Europa y fue retirada. En el currículum de esta organización también se puede ver que defendieron que los jóvenes inmigrantes de segunda y tercera generación deben esperan hasta los 18 años para solicitar la nacionalidad, y que solo los nacidos en Grecia pueden formar parte de las academias de policías y militares.

Inmigrantes atrapados en Grecia

Como en España, Grecia también expulsa inmigrantes de forma ilegal. Los pushbacks, o retrocesos forzados, son frecuentes en Grecia. Una de las prácticas contra inmigrantes sin papeles más duras en Grecia, son los centros de internamiento (CIE). Se calcula que unas 6.000 personas, incluidos menores y solicitantes de asilo, pasan hasta 18 meses detenidos en estos centros donde son tratados como presos. Más de diez sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenan ya a Grecia a pagar indemnizaciones por trato “inhumano y degradante”.

Amnistía Internacional, Médicos sin Fronteras, Human Right Watch y otras ONGs han denunciado las condiciones en las que viven los detenidos. El movimiento antirracista griego KEERFA ha denunciado palizas e incluso torturas con electrodos a los internos. Aún así se hacen oídos sordos y estos centros siguen financiándose con ayuda de fondos europeos.

Esta asignatura pendiente de Europa, la regulación de la inmigración, no se si va a tener mejor suerte con el conservador Avramapoulos, a mi no me da muy buena espina.

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