La Vanguardia.- Nicosia, 2 sep (EFE).- La policía de Chipre detuvo a 13 personas este sábado después de que anoche una protesta contra la migración acabara con destrozos y agresiones a extranjeros en la ciudad costera de Limasol, informaron las autoridades.
La policía informó de que cinco personas denunciaron haber sido agredidas durante la marcha, en la que participaron unos 500 manifestantes. Esas cinco personas recibieron tratamiento médico en un hospital y fueron dadas de alta.
Entre los detenidos se encontraba el supuesto organizador de la protesta, que desató «el caos» en la turística ciudad, según la policía.
Junto al presunto organizador, otras «doce personas fueron detenidas por cometer diversos delitos. Algunos causaron daños intencionados en escaparates de tiendas y prendieron fuego a contenedores de basura», dijo la policía.
Según los medios locales, la protesta antiinmigración celebrada en Limassol el viernes por la noche acabó con una turba incendiando coches y motos con cócteles molotov y persiguiendo a extranjeros por la ciudad.
La prensa local indica que los ultraderechistas “quemaron coches, atacaron comercios extranjeros, irrumpieron en hoteles, persiguieron a extranjeros que huían para salvar sus vidas, apedrearon propiedades y provocaron incendios”.
Centenares de ultraderechistas vestidos de negro gritaron mensajes como «Chipre es griego» y «empezaremos con los negros y luego con la policía».
«Me siento avergonzado», dijo hoy el presidente de Chipre, Nikos Christodoulidis, indignado por lo ocurrido en Limasol.
«Si todos los implicados amaran o se preocuparan por nuestro país, no llevarían a cabo tales acciones, que, ante todo, ofenden a nuestra patria», apuntó, y anunció que convocó hoy una reunión de urgencia en la que debatirá lo sucedido con la jefatura de la policía.EFE
