Denuncias de racismo en Alemania durante los controles fronterizos dentro de los trenes

| 7 marzo, 2022

Euronews.- «Todos los refugiados deben recibir protección, independientemente de su nacionalidad, origen o color de piel». Son palabras de la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ante las Naciones Unidas, poco después de que tuvieran lugar una serie de protestas en la principal estación de trenes de Berlín.

Aquí debía llegar un tren procedente de Polonia con refugiados destinados a la capital alemana que sin embargo fue retenido en la frontera de Fráncfort del Óder. Según algunos informes, algunas personas habrían sido conducidas fuera del tren por la Policía después de algunos controles, y se sospecha que en el fondo de la cuestión estaba el color de la piel. ¿Racismo en las autoridades alemanas?

La Policía Federal, sin embargo, niega tal acusación. Michael Spieß, portavoz de la Jefatura de la Policía Federal en Berlín, confirmó a Euronews que en efecto ese control sí tuvo lugar, si bien se produjo en el marco de la «intensificación de las inspecciones en las fronteras interiores». Los agentes comprobaban sin más de manera rigurosa los pasaportes de todos los viajeros, según defiende la Policía.

En el proceso de esa inspección todas aquellas personas que no tenían permiso de residencia en la Unión Europea y que no podían demostrar un vínculo creíble con Ucrania fueron escoltadas fuera del tren para someterlas al «procedimiento» que se aplica a cualquiera que quiera entrar en la UE sin permiso de residencia.

Dicho procedimiento no es otra cosa que el traslado a un centro de acogida en Fráncfort del Óder, como se encargaba de explicar el portavoz de política interior del Partido Verde, Vasili Franco.

¿Racismo en los controles?

Los controles en la frontera germano-polaca se han reforzado desde agosto de 2021, según recuerda Spieß. La «presión migratoria» es evidente en la zona, con un notable tránsito de migrantes llegados de Bielorrusia y Polonia. Sin embargo, y a raíz de la guerra en Ucrania, se sospecha que los nacionales de terceros países podrían utilizar el flujo procedente de Ucrania para conseguir llegar a Alemania. Eso explicaría la actual vigilancia por parte de la Policía, más exhaustiva que de costumbre.

Un testigo presencial relataba cómo los agentes sólo sacaron del tren a personas de raza negra, según él al menos 20, aunque asegura que bien podrían haber sido más, dado lo abarrotado que estaba el tren y lo difícil que era presenciar toda la escena. La Policía Federal no dio por su parte ninguna información sobre el número de personas que tuvieron que bajar del tren.

Los voluntarios de la Estación Central de Berlín aseguran que estas personas llegan completamente intimidadas. «A muchos refugiados les cuesta creer que están seguros una vez llegan a Alemania», explica Emma, una de las organizadoras de la ayuda prestada en la estación de esta ciudad. Hasta ahora, Emma y sus compañeros garantizaban a estos migrantes que no había nada de que tener miedo, pero hoy por hoy reconocen que no es tan sencillo hacerles semejante promesa. Los controles de pasaportes se han convertido para los refugiados en una situación verdaderamente incómoda, y el miedo a ser detenido es una constante.

«Estos trenes están abarrotados, la gente llega aquí y tiene frío, algunos van calzados simplemente con unos Crocs y están llenos de heridas en los pies», relata Emma en relación a la sospecha cada vez más alta de que la situación en Ucrania pueda estar siendo utilizada por refugiados de otros países para entrar en Alemania.

En este ambiente de miedo se mezclan sin parar los relatos que estos migrantes se cuentan entre sí: un hombre asegura a los voluntarios haber oído cómo los autobuses que se dirigen al centro de llegada están segregados según el color de la piel. Dos jóvenes que estudiaban en Ucrania habrían sido separados de un amigo que, al parecer, carecía de permiso de residencia en Ucrania, y no saben dónde está.

Más fácil para los ucranianos

Los Estados miembros de la Unión Europea acordaron acoger a los refugiados de guerra de Ucrania rápidamente y sin complicaciones. Se trata de un «estatuto de protección temporal», que garantiza a los refugiados el acceso a la asistencia social, así como un permiso de trabajo con una validez inicial de un año y prorrogable hasta tres.

Vasili Franco comprende la inseguridad de la gente recien llegada. Sin embargo, asegura que en Berlín no hay segregación según el origen y el color de la piel. Ciertamente, puede imaginar que la Policía utiliza repetidamente los perfiles raciales, pero ciertamente no hay ninguna instrucción general de tratar a la gente de otra raza de manera diferente.

Los testigo, sin embrago, discrepan. A través de Twitter, una periodista describía su experiencia en un tren de Varsovia a Berlín, lleno de refugiados. En el paso fronterizo de Fráncfort del Óder, según denuncia, la Policía bajó del tren a las personas de raza negra.

HISTÓRICO

Enlaces internacionales