Danubio es multado por racismo

, | 12 diciembre, 2013

DanubioDINO CAPPELI. MARCA.- Los casos de racismo en el fútbol uruguayo no son frecuentes, pero sí es frecuente escuchar en la tribuna el término «n… de mierda», aludiendo a alguno de los tantos jugadores de raza negra que juegan en las distintas categorías del fútbol uruguayo. Los casos denunciados no son frecuentes, pero las acepciones a raza, color o nacionalidad, sí lo son.

La discriminación está implícita desde los cánticos de la tribuna, que impulsan a matar al rival, o a calificar de «putos» a los aficionados del otro equipo. El árbitro suele ser «un hijo de…», y los que alientan al equipo contrario, «buchones» o «milicos». En definitiva, las formas de discriminación son tan añejas como el fútbol uruguayo mismo, pero nunca antes, en más de 100 años de la Asociación Uruguaya de Fútbol, había existido una sanción por ello.

El Danubio Fútbol Club es el equipo que paga los platos rotos, o al menos el primero en ser sancionado por un caso de racismo. Se debe a los cantos racistas que dedicó su afición jornadas atrás al jugador colombiano –de raza negra- Flavio Córdoba, del equipo de River Plate. Por lo sucedido en la duodécima jornada del torneo Apertura 2013 que aún se disputa, la institución del barrio Curva de Maroñas ha sido sancionada con el pago de 35 mil pesos uruguayos (algo más de 1000 euros).

La multa más leve

La primera acción disciplinaria que se toma contra equipo alguno del fútbol uruguayo por racismo la adoptó el Tribunal de Penas, aplicando su artículo 38. «Quienes públicamente humillaran, discriminaran o ultrajaren a otra persona de forma que suponga un atentado a la dignidad humana por razón de su raza, color de piel, idioma, religión u origen étnico, o adopten de alguna otra manera una conducta racista y/o que denigre al ser humano; serán sancionados con suspensión de uno a cinco partidos. Si en el transcurso de un partido los seguidores de un equipo desplegaran pancartas con leyendas o inscripciones de contenido racista y/o que denigren al ser humano, se aplicará al club infractor, una multa que no podrá ser inferior a 50 Unidades Reajustables, ni mayor a 400 Unidades Reajustables; más la clausura de su campo de juego por el período de una fecha. En todos los casos operará como circunstancia agravante específica el hecho que los promotores sean Dirigentes, Delegados o Funcionarios del Club infractor», reza el articul en sus tres incisos.

Danubio, que ya revestía antecedentes de racismo contra el mismo jugador, pagará las 50 Unidades Reajustables de acuerdo a lo informado por fuentes del club. Dicha sanción es la menos severa de todas las que permite aplicar la norma, la cual conlleva multas mayores y suspensión de estadios.

El caso que implica al jugador colombiano Flavio Córdoba y los parciales de Danubio había tenido antecedentes en el mismo estadio, y con los mismos colores. En su momento, el tema salió a la palestra pública pero no tuvo sanción alguna. En esta oportunidad, el zaguero colombiano denunció ante los árbitros que desde la tribuna le cantaban con términos groseros y aludían a su color de piel. En la anterior oportunidad que ello había sucedido, Córdoba reaccionó tomándose los genitales y fue expulsado del encuentro. Ahora, la investigación tomó otro curso y hubo sanción.

«Si bien los cánticos se produjeron desde una muy reducida parte de nuestra hinchada, instamos a todos los danubianos a evitar este tipo de actitudes que no son propias de nuestra institución», dice un comunicado emanado del club Danubio, el primer club sancionado.

El ejemplo de Luis Suárez

Hace dos temporadas, otro caso de racismo sacudió al fútbol uruguayo. En esa oportunidad sucedió en la Segunda División Profesional e involucra al portero del club Progreso, Jorge ‘Coco’ Rodríguez. El arquero fue insultado por la parcialidad de Central Español, que llegó inclusive a arrojarle plátanos. En su momento se reunió la comisión especial que integra el Ministerio de Educación y Cultura y el Ministerio de Desarrollo Social para estudiar posibles sanciones a los agresores… pero nada sucedió. Como en aquel momento no hubo denuncia, no hubo sanción. Lo que minimizó el impacto fue la llamada que recibió el jugador de parte del presidente del club Central Español, prometiéndole que los agresores no ingresarían más al estadio. Por entonces Rodríguez –de raza negra- aseguró que pese a jugar en ligas de Argentina, Chile, Perú y Paraguay «nunca me había sucedido algo así».

El caso de Luis Suárez contra Evra –sucedido en el fútbol inglés- reavivó la polémica sobre el racismo en Uruguay, y de hecho reactivó la Comisión Honoraria contra el Racismo. La misma que a partir de ahora, sanción contra Danubio en mano, actuará de una forma más radical y menos contemplativa con los casos que sucedan y sean denunciados en el fútbol uruguayo. Mientras tanto, las hinchadas seguirán cantando contra los milicos, putos y putas sin que ello sea motivo de detener un partido.

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