EFE.- Una antigua simpatizante del Estado Islámico (EI) fue condenada hoy en Alemania a tres años y tres meses de prisión por pertenencia a organización terrorista en combinación con otros delitos como sustracción de menores y complicidad en crímenes contra la humanidad.
Una antigua simpatizante del Estado Islámico (EI) fue condenada hoy en Alemania a tres años y tres meses de prisión por pertenencia a organización terrorista en combinación con otros delitos como sustracción de menores y complicidad en crímenes contra la humanidad.
La condena dictada por la Sala de lo Penal de la Audiencia Territorial de Celle es así menor a los cuatro años y medio solicitados por Fiscalía, mientras que la defensa pedía para la mujer dos años y diez meses de prisión.
Los jueces consideraron como atenuante la exhaustiva confesión de la mujer y que, mientras, se haya distanciado convincentemente de la organización terrorista.
La Sala de lo Penal tuvo en cuenta además a su favor que no era una «persona de línea dura» y que haberse unido al EI había representado también una huida de su situación vital anterior.
Tras once días de juicio el tribunal considera probado que la acusada, de 34 años, viajó a Siria en 2014 con su hija de cuatro años y en contra de la voluntad del padre de la menor, y acompañada además de una adolescente de 16 años.
En Siria se unió al EI y se casó sucesivamente con varios miembros de la organización terrorista.
Al ocuparse de las tareas del hogar hizo posible que su entonces respectivo marido participara, sobre todo, en operaciones de combate.
Educó tanto a su hija como a otros dos hijos nacidos en Siria según los preceptos del islamismo radical.
Cuando su hija tenía seis años la llevó a presenciar la lapidación de una mujer y le mostró vídeos de ejecuciones.
En Twitter publicó mensajes en los que aprobaba los atentados de Niza y de Würzburg de julio de 2016.
Además, utilizó durante unos días en la casa de un comerciante de esclavos a una mujer yazidí esclavizada para las tareas del hogar.
Desde su captura en Siria a principios de 2019 había permanecido con sus hijos en dos campamentos kurdos y el 7 de octubre de 2021 fue detenida en el aeropuerto de Fráncfort junto a otras simpatizantes del EI a su llegada a Alemania en un avión fletado por el gobierno alemán.
