Movimiento contra la Intolerancia, el Consell d’Estudiants de la UJI y Rototom propician un debate para plantear una estrategia común ante el discurso de odio y el ascenso de la extrema derecha
NACHO MARTÍN CASTELLÓ. LEVANTE – EMV.- ¿Cómo parar el crecimiento del racismo y de los grupos de extrema derecha que promueven discursos de odio? Esta es la pregunta que se reiteraba ayer en un debate organizado por el Consell d’Estudiants de la Universitat Jaume I de Castelló y el Festival de Reggae Rototom SunSplash.
En un entorno rodeado de libros y de ordenadas estanterías de vino (en el local La Divina Comedia), el encargado de conducir el debate fue el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, que trabaja desde hace 20 años en una organización que nació para plantar cara al racismo, la xenofobia y los «crímenes de odio» promovidos por grupos de diversa índole, y muy especialmente por la extrema derecha.
El formato de la reunión fue casi informal, pero en ella participaron portavoces de diversos colectivos castellonenses vinculados a la defensa de los derechos humanos y la condena al neofascismo (el sindicato CGT, el sindicato estudiantil A Contracorrent, Endavant o el Front d’Estudiants per la Universitat Pública, entre otros.
El intercambio de ideas comenzó con la noticia de la unión de las fuerzas de extrema derecha de Europa, que pactaron este mismo miércoles para concurrir de forma conjunta a las próximas elecciones al Parlamento Europeo. En opinión de Esteban Ibarra, esta circunstancia «es muy preocupante porque tendrá un impacto en nuestras ciudades y pueblos y aumentará aún más el discurso de odio, el racismo y la intolerancia».
Este escenario no hace más que completar un contexto en el que, según los últimos datos de Movimiento contra la Intolerancia, en España hay más de 1.500 sitios web que promueven discurso de odio, y una importante parte de ellos se gestionan en la Comunitat Valenciana y en la provincia de Castelló, que en el debate de ayer se calificó como «un auténtico laboratorio de la extrema derecha».
Este discurso también se refleja en actos violentos, aunque los colectivos antifascistas estiman que apenas se denuncia un 5% de los casos por miedo a represalias, desconfianza en las instituciones o simple desconocimiento de los derechos básicos.
El análisis de este contexto llevó a Ibarra y a varios de los grupos presentes a proponer un primer acuerdo verbal para unir a los grupos antifascistas y a los movimientos de izquierda en defensa de los valores de la democracia, la constitución y los derechos humanos. Para ello, se planteó la necesidad de unir fuerzas por encima de las diferencias ideológicas de los diferentes grupos para crear una estrategia común que haga frente a la intolerancia y el discurso de odio. Fueron varios los testimonios que narraron casos de agresiones en Castelló a manos de grupos de extrema derecha y lamentaron la falta de protección policial y judicial a las víctimas de crímenes de odio por razones de raza, ideología, nacionalidad, religión u opción sexual, entre otras.
Además, advirtieron que en Castelló está aumentando en los últimos meses la presencia de grupos de extrema derecha y centros de reuniones con simbología y discursos neofascistas. Es por ello que se propuso que ayer fuera el inicio de una serie de citas para unir fuerzas y una estrategia común contra el neofascismo.
