Aumentan los casos de violencia machista detectados entre los más jóvenes en Aragón

| 2 junio, 2013

Los casos localizados a través del sistema de salud casi se han triplicado desde 2009 a 2011, pasando de los 114 a 315.

ManiviolenciagéneroZgzMARTA SALGUERO. HERALDO DE ARAGÓN. Los casos de violencia machista en las primeras relaciones de pareja entre jóvenes y adolescentes detectados desde la asistencia sanitaria han aumentado en los últimos años, lo que refleja que los patrones de desigualdad continúan vigentes en las nuevas generaciones.

En 2011, el Servicio Aragonés de Salud detectó 101 víctimas de malos tratos, entre 14 y 29 años, frente a los 29 casos localizados dos años antes, en 2009.

Así lo refleja el informe ‘La violencia de género en Aragón’, elaborado por los investigadores del Laboratorio de Sociología Jurídica de la Universidad de Zaragoza, David Vila, Jorge Gracia y Carmen Mesa, y dirigido por el catedrático de Filosofía del Derecho Manuel Calvo.

Dicho estudio, realizado con los indicadores del Gobierno de Aragón para conocer la violencia machista correspondiente a 2011, revela que hay una «persistencia» de malos tratos entre las capas más jóvenes de la sociedad, ha apuntado Jorge Gracia.

Se detectan, especialmente, a través de los centros médicos y hospitalarios a donde acuden, tras sufrir algún episodio violento por parte de su pareja.

De hecho, los casos localizados a través del sistema de salud casi se han triplicado desde 2009 a 2011, pasando de los 114 a 315, de los cuales 101 corresponden a mujeres de entre 14 y 29 años de edad.

Esta cifra se sitúa por encima de los 74 casos detectados por los servicios médicos en 2010 y triplica la registrada en 2009, cuando se localizaron a 29 mujeres víctimas de malos tratos, de entre 14 y 29 años.
Las violencia prevalece en las nuevas generaciones
Estos datos indican que la violencia machista no solo aparece en parejas de mayor edad, sino que prevalece también en las nuevas generaciones del siglo XXI, a pesar de que han recibido una educación más igualitaria que sus antecesores, ha manifestado Gracia.

Reflejan también una mejoría en la capacidad de los profesionales de la sanidad para detectar estos casos, especialmente en atención especializada, ya que cada vez están más concienciados, debido al implementación de protocolos, ha añadido Vila .

«Los patrones de desigualdad en las relaciones de pareja siguen vigentes. Se reproducen y dan lugar a estas dinámicas en las parejas, que se siguen produciendo en las primeras relaciones, lo que lleva a seguir trabajando en el sistema educativo», ha recalcado.

Ante estos datos «preocupante», casi de forma «automática», se vuelve a mirar al sistema educativo, como mejor medida preventiva, para inculcar en los chavales valores de igualdad entre el hombre y la mujer y ofrecerles una educación emocional que les ayude a llevar una relación afectiva de la mejor manera. ha precisado.

No solo en el aula, ya que los espacios «no reglados», como las Casas de la Juventud o a través de otras actividades de tiempo libre son también lugares «privilegiados» para ello, ha puntualizado.
Desde distintos ámbitos
Por otro lado, el informe que aborda ese tipo de violencia desde distintos ámbitos además del sanitario, como el jurídico o el social, insta también a mejorar la protección de los hijos de las víctimas de estos sucesos.

Hasta ahora, el niño que presenciaba estos episodios, con graves consecuencias psicológicas para él, era considerado como un «testigo» de la violencia machista, mientras que ahora ya se está empezando a hablar de él como una «víctima» más.

«Aquí hay dos casos de afección. Por un lado, los que reciben agresiones también a la vez que la madre y, en estos casos, las medidas de protección se extienden también a ellos, y los que no se demuestra que hayan recibido agresión directa, pero que están en mitad de esta situación y que, desde luego, la sufren», ha manifestado.

A pesar de que no existen datos fidedignos sobre menores expuestos a violencia de género, sí que se conoce que, en 2011, se alojaron en los centros de emergencia y en los pisos tutelados un total de 177 niños, es decir prácticamente la misma cifra que mujeres (179).

En cambio, durante este año, solo se atendieron a 15 menores hijos de víctimas en los servicios de atención psicológica y, en la misma línea, sólo en 21 casos se extendieron las medidas de protección de la madre a los niños.

«Esto supone un porcentaje muy bajo respecto a las 662 sentencias condenatorias por violencia de género que se dictaron en Aragón en 2011», según concluye el informe.

Por ello, parece necesario incrementar la protección del menor, considerándola también una víctima, lo que requeriría, en primer lugar, un diagnóstico de los niños expuestos a estos casos, ha afirmado Vila.

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