Aumenta del 10 al 43 % el número de menores de bandas juveniles detenidos.

| 17 junio, 2022

EFE.- El Jefe de Brigada Policial de Información de la Policía Nacional en Madrid, Javier Antonio Susin Bercero, ha señalado este viernes en la Asamblea de Madrid que en los tres últimos años ha aumentado del 10 al 43 por ciento el número de menores pertenecientes a bandas juveniles que han sido detenidos.

Lo ha dicho en su comparecencia a petición del PSOE de la primera sesión de la Comisión de Estudio para abordar el fenómeno de las bandas juveniles violentas.

Susin Bercero también ha asegurado que se han incrementado las charlas en colegios e institutos para hacer hincapié en las redes sociales, porque la mayoría de los integrantes que se están incorporando a las bandas juveniles son menores que entran a los 12 o 13 años y salen a los 20 años, ya que, ha recordado, pertenecer a una banda «no es un negocio».

Se trata, según el policía, de un sentimiento de pertenencia al grupo ya que normalmente provienen de familias desestructuradas.

Ha advertido de un «punto de inflexión» a partir de la pandemia, que ha hecho «mucho daño» a la actuación de la policía contra estas bandas en cuanto a la localización de las mismas, y también ha aclarado que portan «muy pocas armas de fuego» y cuando tienen acceso a una es normalmente una pistola de fogueo modificada, por lo que la «obsesión» de la policía es el tema del «machete».

También ha indicado que son muy pocos los integrantes de las bandas juveniles de ultraderecha.

Por su parte y a petición de Más Madrid, ha acudido a comparecer el investigador principal del Proyecto Transgang, Carlos Feixa, que ha detallado que las bandas juveniles se empezaron a reagrupar en Madrid a finales de los 60 y eran jóvenes, como ahora, de distintas procedencias, incluyendo españoles.

También ha destacado que entre las principales víctimas de las bandas están los miembros de otros grupos y, coincidiendo con Susin Bercero, Carlos Feixa también ha afirmado que se ha adelantado la edad de entrada de los menores a las bandas juveniles, porque mientras que en 2005 la edad se situaba en los 16 años aproximadamente, actualmente está entre los 10 y los 12.

Ha aclarado que no todos los grupos juveniles «de calle» son violentos ni lo son todos los miembros de una pandilla, y aunque «no puede negarse que la violencia existe», la situación de Madrid no es «para crear alarma».

También ha dicho que no es viable suprimir los grupos juveniles de la calle, y que la lucha debe ser «desviolentar» a estos grupos y hacer que el camino de la «violencia y la criminalidad» no sea atractivo, para lo que el apoyo familiar es «imprescindible».

«En Madrid estamos a tiempo de que la situación no se convierta en algo endémico», ha dicho Feixa, que en cualquier caso ha insistido en que nunca será como en otros lugares como América Latina o África ya que no hay «corrupción policial» como allí.

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