Al menos 100 docentes han sido agredidos por alumnos o familiares desde el inicio de curso en Aragón

| 8 noviembre, 2023

Cope.- Al menos 100 profesores han sufrido agresiones por parte del alumnado o sus familias en este inicio de curso en Aragón. 13 de esas agresiones han sido físicas. Lo ha denunciado el sindicato CSIF, que ha recopilado los datos a través de 2 encuestas en las que han participado 95 equipos directivos y 131 docentes. Se trata de un problema creciente para el que piden proteción y soluciones.

Son cifras alarmantes si tenemos en cuenta que llevamos solo 2 meses de curso. El 19% son agresiones físicas y el 81% verbales. En el 27% de los casos quienes agreden son familiares y en el 73%, son los propios chavales.

Hablamos de niños “cada vez más pequeños”, como explicaba esta mañana la responsable de Educación de CSIF Aragón, Mónica de Cristóbal. “Hay 47 respuestas de centros de Infantil y Primaria, donde el alumno de más edad tiene 13 años”, lamenta.

Para de Cristóbal, la sociedad está “normalizando actitudes agresivas” por parte de estos menores, “que encuentran normal responder con agresiones físicas o verbales al profesorado y no recibe por ello amonestación”. Y señalan “mordiscos, arañazos y patadas” como parte de ese día a día al que se enfrentan.

Denuncia, además, que “los protocolos no están claros” y que reciben “muchas presiones” para no denunciar este tipo de situaciones. “Nos sentimos indefensos”, asegura.

Desde este sindicato creen que se trata de un problema mayoritariamente oculto porque los propios colegios no quieren que se sepa. Incluso los compañeros del docente agredido le animan muchas veces a no denunciar para no estigmatizar al centro ni al alumno.

“A la prensa solo llegan los casos más graves, como un apuñalamiento, pero esa otra violencia de baja intensidad está provocando que los profesores se cojan bajas para no enfrentarse a diario con su agresor”, insiste. Los responsables de CSIF aseguran que hay profesionales con depresión, ansiedad y estrés por esta causa. Y llaman la atención sobre el hecho de que los centros que han contestado a la encuesta no están en zonas “especialmemte conflictivas”.

PROTOCOLO CLARO

Desde el sindicato tienen conocimiento de que al menos 4 casos se han denunciado este año a la Policía Nacional. Pero CSIF tiene claro que esta no es la solución. Una de sus principales denuncias es que no hay un protocolo claro, que quienes sufren estas agresiones no saben qué hacer. Existen distintas leyes y normas sobre convivencia escolar y De Cristóbal recuerda que existe procolos contra el acoso escolar, los trastornos de conducta alimentaria e incluso sobre bandas juveniles, pero no se contempla ninguno para cuando un docente sufre una agresión verbal o física.

Desde CSIF han lanzado la campaña “Stop agresiones”, en colaboración con la Policía Nacional, para que el profesorado sepa qué pasos tienen que seguir para denunciar y sentirse protegidos. Reclaman “menos burocracia y más efectividad”, como señala la responsable de Educación de CSIF Zaragoza, Sandra Lipe. Entre sus reivindicaciones está también la asistencia jurídica y la “atención física y psicológica” para las víctimas.

El sindicato admite que las causas de la violencia en las aulas pueden ser diversas. Pero apuntan a que, tras el COVID, se ha notado una diferencia muy grande. “Algo está pasando y algo no estamos haciendo bien”, lamenta de Cristóbal, quien apunta a que los menores “han pasado muchas horas delante de las pantallas viendo todo tipo de contenidos que no deberían”.

Recuerdan, además, que los menores de 14 años son ininputables. Y aparte de expulsarle un par de días, poco más se puede hacer. Los docentes reclaman medidas educativas pero también que los procesos sean ágiles y no se contradigan entre sí. “Ante un mal comportamiento, se puede imponer una falta leve, cuya acumulación conlleva una falta grave, pero cuando inicias el protocolo para la expulsión, como la educación es un derecho hay familias que dicen que te lo van a traer igual”, explica.

También exigen celeridad, ya que durante el proceso de entrevistas a los agresores, testigos, amigos, los docentes tienen que convivir en el aula con un alumno “que sabe que te ha insultado y te ha agredido y lo único que le va a pasar es que lo manden a casa tres días, olé, qué bien, tres días de fiesta”, señala de Cristóbal.

Por otra parte, están los alumnos con trastornos de conducta diagnosticados “que necesitan mucho apoyo y a los que no podemos atender como se merecen porque nos faltan medios”, explica el coordinador de la campaña “Stop Agresiones”, Víctor Gumiel.

Este profesional, que visita los centros y mantiene contacto regular con los docentes afectados, explica que se han encontrado con alumnos que “muerden, arañan y dan puñetazos” a pesar de que estaban con cuatro o cinco personas que trataban de controlarlo. “Hay centros donde todo el personal de apoyo está con un único alumno porque ataca a los docentes y a los compañeros”, asegura. Para estos casos, exigen a la Administración que dé “una solución inmediata por el bien del niño”, que no sea “punitiva”. “estamos transmitiendo un problema, ese niños necesita ayuda y la necesita ya”, apunta.

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