La Vanguardia.- Las travesías de los migrantes que intentan llegar a España en patera se cobraron en el primer semestre del año 951 vidas, la mayoría rumbo a Canarias (778, cuatro diarias) y en la llamada Ruta Argelina hacia la Comunitat Valenciana, Murcia y las Islas Baleares (102, una cada dos días).
Otras 50 personas perecieron intentando cruzar el Estrecho de Gibraltar y 21 más en travesías por la Ruta de Alborán, según el informe que publica regularmente el colectivo Caminando Fronteras, el «Monitoreo Derecho a la Vida», que advierte de que algunas de las rutas, «en especial la canaria», están aumentando «su capacidad mortífera».
Del 1 de enero al 30 de junio, la estadística del Ministerio del Interior recoge que han llegado a España en patera, cayucos o lanchas neumáticas 12.192 personas, un 4,17 % menos que en 2022. De ellos, 4.865 corresponden al Estrecho de Gibraltar, el Mar de Alborán y Baleares (un 29,2 % más) y 7.213 a la Ruta Canaria (un 18,5 % menos).
Sin embargo, el colectivo ha contabilizado en estos seis meses 49 tragedias en pateras con destino a España, ocho de ellas en la Ruta Argelina.
Al respecto, la ONG percibe un «sesgo racista» en que no se activen protocolos de búsqueda de las víctimas ante tragedias ya conocidas, como la que ocurrió en marzo en la Ruta Argelia, en la que varios de los cadáveres fueron encontrados por pesqueros en el entorno del puerto de Denia (Alicante), enredados en sus redes.
Así, el colectivo también sostiene que las víctimas mortales de las rutas marítimas a España aumentan (según su recuento superan en 13 a las del primer semestre de 2022) a pesar de que el flujo de pateras se ha reducido porque, en ocasiones, no se ponen los medios de búsqueda necesarios o las operaciones de rescate se activan con retraso.
Asimismo, esta ONG critica que no se asuma siempre que una patera en mar abierto, generalmente sobrecargada de gente, es una embarcación insegura, expuesta a un grave riesgo.