La seguridad del recinto revisó de inmediato las cámaras y logró identificar al responsable, quien ya tiene prohibida la entrada a cualquier otro encuentro del torneo.
La FIBA condena de forma tajante cualquier tipo de discurso de odio, discriminación o racismo, y reafirma su compromiso de mantener un ambiente seguro, respetuoso e inclusivo para jugadores, equipos y aficionados.
El material grabado ya fue entregado a las autoridades locales, que continúan con la investigación.
Además, la FIBA se pondrá en contacto con la delegación lituana para informarles de lo sucedido y colaborar en la prevención de incidentes similares en el futuro.



