20Minutos.- Un grupo de 47 menores franceses de 10 a 15 años y cuatro monitores fueron desalojados este miércoles de un vuelo de Vueling en el aeropuerto valenciano de Manises y una de las responsables del grupo, de 21 años, fue detenida por la Guardia Civil en un suceso que el Gobierno israelí califica como «antisemitismo» porque los jóvenes son judíos. En ningún momento de la actuación los agentes tuvieron conocimiento de la confesión religiosa de las personas desembarcadas, según fuentes.
Los hechos sucedieron sobre las 14.30 horas, momento en que iba a despegar un vuelo a París. Según informan a 20minutos fuentes de la Guardia Civil, la intervención se debió a la «reiteración de conductas inapropiadas» y a la «manipulación del material de emergencia» por parte de los menores. Niegan una motivación religiosa y aseguran que el grupo de menores estaba montando tal «alboroto», que el piloto del avión, alertado por un ruido cuyo motivo desconocía, salió de la cabina a ver qué sucedía. La actuación se llevó a cabo tras el aviso de la tripulación, quien advirtió de alteraciones del orden durante el embarque.
Cuando los agentes se personaron en el avión observaron a varios monitores discutir acaloradamente con la tripulación y posteriormente mostraron una actitud agresiva contra los agentes. La responsable de los monitores llegó incluso a empujar y arremeter contra uno de ellos, por lo que fue reducida y engrilletada. A raíz de estos acontecimientos se instruyeron diligencias por un delito contra el orden público de resistencia y desobediencia a agente de la autoridad que se remitieron a la autoridad judicial, así como una denuncia por alteración de la seguridad aérea.
Finalmente, 23 de los menores y dos monitores fueron reubicados en un vuelo de otra compañía y el resto pernoctó en un hotel. A las 13.50 horas han salido los seis últimos integrantes del grupo.
La versión de la Guardia Civil contrasta con la ofrecida por familiares y responsables del campamento de verano Kinneret, organizador del viaje, quienes denuncian una reacción desproporcionada y motivada por prejuicios antisemitas. El ministro israelí para la Diáspora, Amichi Chikli, de hecho, ha calificado el suceso como «uno de los incidentes antisemitas más graves recientemente», y ha denunciado que la directora del grupo fue «arrestada y golpeada». Chikli dice que los jóvenes se encontraban «cantando canciones en hebreo» y que la tripulación respondió afirmando que «Israel es un estado terrorista».



