La Gaceta.- La ideología volvió a profanar lo sagrado. Este sábado 26 de julio, cinco activistas pro-palestinos irrumpieron en plena Misa en la iglesia de La Madeleine, una de las más importantes de París, gritando consignas políticas mientras se distribuía la Eucaristía, el momento más sagrado para los católicos.
Al grito de «¡Viva Palestina!» y «¡Basta de genocidio en Gaza!», los agitadores —cubiertos con pañuelos palestinos— invadieron el templo interrumpiendo la oración de los fieles. No fue un acto espontáneo: según sus propias declaraciones a la policía, tenían previsto repetirlo en otras iglesias parisinas durante las Misas dominicales. Sólo la rápida intervención de dos agentes presentes en el templo y la llegada de refuerzos logró frenar una cadena de profanaciones programadas.
El sacerdote celebrante, monseñor Patrick Chauvet —exrector de Notre-Dame de París—, visiblemente consternado, anunció la presentación de una denuncia formal: «Ha sido una auténtica blasfemia en medio de la distribución de la Eucaristía. Parecía que se estaban burlando de ese momento central para los cristianos», declaró a Tribune chrétienne.
Chauvet intentó hablar con los manifestantes y pedir respeto, pero su intento fue recibido con desprecio: «Les pedí que respetaran el lugar y la comunión. Para nosotros, esto es un tesoro. Me respondieron fríamente: El genocidio en Gaza es más importante. Yo les respondí: No, el genocidio no es más importante que la Eucaristía«.
Los cinco individuos fueron desalojados por la policía tras ser contenidos por los asistentes, algunos de los cuales también mostraron indignación ante la invasión política de un espacio sagrado.
Este acto no es un hecho aislado. Días antes, la iglesia de Notre-Dame des Champs, también en París, fue blanco de dos intentos de incendio en apenas 48 horas. La policía detuvo a un sospechoso relacionado con otros actos similares.
