As/Mirko Calemme.- Los visitantes, que no puden entrar al estadio esta noche, se han enfrentado con los 800 polícias y con los hinchas napolitanos. Escenas muy violentas en la ciudad.
Escenas dantestas las que se están produciendo en los prolegómenos del Nápoles-Eintracht. Los temores de las autoridades italianas sobre el partido se están convirtiendo en realidad. La prohibición de la venta de entradas para los residentes en Frankfurt (muy criticada tanto por el club de la Bundesliga, que anunció nuevos recursos, como por la UEFA con el propio Ceferin) no impidió que un millar de ultras llegara a la ciudad sureña entre ayer y hoy, y la situación en el centro histórico es cada vez más tensa. Los alemanes, acompañados por los ultras ‘hermanos’ del Atalanta (rivales históricos de los sureños) han empezado un largo desfile desde los hoteles de la zona del lungomare hacía el centro provocando todo tipo de incidentes con quien se cruza a su paso.
Hubo ya varias riñas en distintas zonas de la ciudad con los locales, que ayer lanzaron petardos hacia los buses que ocupaban los ultras de Frankfurt. 800 agentes de la policía han intentado que no hubiera contactos entre las hinchadas pero ha sido imposible. Unos 200 aficionados napolitanos se han enfrentado con los hinchas alemanes y los ultras del Atalanta por las calles de Nápoles. La polícia ha intentado impedirlo pero han recibido el lanzamiento de todo tipo de objetos, mobiliario urbano… por ambos bandos. Mucha violencia que ha colapsado la ciudad horas antes del pitido inicial en El Maradona. Se han quemado coches y cubos de basura para impedir la labor policial de control.
La gestión de la situación es complicadísima: al no poder acudir al Maradona, no se sabe en qué zonas de la ciudad los ultras decidirán ver el partido de esta noche y no se descarta que sigan provocando incidentes muy graves. Mientras tanto, la policía hizo cerrar las tiendas en la Piazza del Gesú, zona muy afectada por los altercados. Será un día largo y complicado para los napolitanos.
