Terrorismo y delitos de odio, en una nueva asignatura de Secundaria en la Comunidad de Madrid

, | 2 julio, 2017

La materia se impartirá en 3º ó 4º de la ESO y no es obligatoria

ESTHER SÁNCHEZ. EL PAÍS.- El sábado pasado, Cristina Cifuentes bailó a ritmo de conga con la alcaldesa Manuela Carmena a su vera en la celebración del Orgullo Mundial, se hizo fotos que subió a las redes sociales y disfrutó de la fiesta. Una imagen impensable hace unos años, no solo por la presencia sin excepción de miembros de todos los partidos políticos en el acto, sino por el ambiente de tolerancia que se respiraba en la ciudad.

En esa búsqueda del respeto y la consideración, de que nadie pueda ser discriminado por su sexo, origen, color de piel, religión, idioma, edad, discapacidad, estado de salud, orientación sexual o identidad de género, la Consejería de Educación ha programado para el próximo curso una nueva asignatura optativa bautizada como Respeto y Tolerancia. La materia está destinada a alumnos de tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que la podrán elegir solo en uno de los cursos, siempre de forma voluntaria.

Los institutos deberán decidir si la incorporan o no a sus currículos, algo que dependerá de sus recursos y de si lo consideran adecuado a su proyecto educativo. Hay que tener en cuenta que existen otras 10 asignaturas no obligatorias, denominadas de libre configuración autonómica, entre las que se encuentran desde canto coral hasta la ampliación de algunas materias, oratoria y retórica o Educación Física y Deporte. Estas pueden ser propuestas bien por los centros escolares o por la Comunidad de Madrid. Además, existe la asignatura de Valores Éticos, que los centros tienen la obligatoriedad de ofrecer.

El programa de Respeto y Tolerancia se divide en seis bloques, en los que el Gobierno regional ha recogido los “aspectos fundamentales de la convivencia, objetivo primordial del sistema educativo”. El primer apartado se centra en conocer los derechos humanos como puntual de la igualdad y la no discriminación. En un segundo bloque se trabajan los valores humanos, “entendidos como aquellas virtudes que orientan nuestras decisiones y conductas ante la vida”. El tercer bloque de contenidos se destina a analizar el valor de la comunicación en el contexto escolar, social y familiar.

Las distintas manifestaciones de la intolerancia y su impacto sobre la humanidad (terrorismo, guerra y genocidio) aparecen en el cuarto capítulo. Se incide en las víctimas y en la situación actual de nuestra sociedad frente a estas situaciones. En la parte quinta del programa se analizan conductas intolerantes y dañinas motivadas por el odio y la discriminación. Son los delitos de odio, que “se dirigen contra una persona motivados por un prejuicio”. Entre ellos se encuentra la LGTBIfobia o la discriminación por razón de sexo o género o el antisemitismo, el racismo y la xenofobia.

En el sexto bloque se desarrolla el acoso escolar, haciendo especial hincapié al ciberacoso y a su detección y tratamiento. Según los datos del I Informe sobre acoso escolar de la Comunidad de Madrid, el 57% de los alumnos madrileños víctimas del mismo oculta casi por completo la situación a sus familiares. En el 86% de los casos los acosadores eran chicos y chicas de la clase de la víctima. Este porcentaje se reproduce casi con las mismas cifras en el ciberbullying. El documento apunta que el acoso a través de las redes sociales no es un fenómeno desconectado de las formas tradicionales, sino que constituye una extensión del mismo a través de las nuevas tecnologías.

En el último apartado se repasan las conductas delictivas en las que pueden verse inmersos los adolescentes “sin ser conscientes de ello”, indica la Consejería. Porque, el acoso escolar puede llegar a ser un delito si las conductas del acosador se encuentran tipificadas en el Código Penal. Durante el curso pasado se contabilizaron 573 denuncias por acoso en la Inspección Educativa de las que 394, el 69%, resultaron infundadas.

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