Terror virtual: neonazis de 13 años planean atentados en las redes

, , | 24 abril, 2020

Una investigación policial en varios países desbarató un grupo de nazis que preparaban un atentado contra una sinagoga en Estados Unidos. Los dirigía un chico de 13 años

MARCELO RAIMON. PERFIL.- En los salones de chat de Telegram, un grupo de usuarios discute las mejores estrategias para hacer estallar la «guerra de razas». Forman parte de un grupúsculo neonazi de pocas decenas de miembros llamado Feuerkrieg Division (FKD, algo así como la División de Guerra de Fuego) y se comunican a través de la plataforma de mensajería y de chats de juegos online.    Los nazis del nuevo milenio discuten a través del teclado y las pantallas de sus computadoras la posibilidad de llevar a cabo un atentado contra una sinagoga en la ciudad estadounidense de Las Vegas y un ataque con explosivos contra la cadena noticiosa CNN.   

Hay que tomarlos en serio porque están conectados con otros grupos que ya concretaron algunos de sus planes, como por ejemplo los Atomwaffen Division, considerados responsables de al menos ocho asesinatos.    Por suerte, las fuerzas de seguridad lograron encontrar al líder de los FKD, quien en los chats a veces utiliza el nombre de usuario HeilHitler8814 y otras se hace llamar «Commander», el comandante.   

Después de varios meses de investigaciones, la policía detectó que «Commander» vive en una localidad de Estonia, el país báltico encerrado entre Rusia, Finlandia y Letonia. Cuando llegaron a la casa para arrestarlo descubrieron que el líder neonazi vive todavía con sus padres.

Es que «Commander» tiene apenas 13 años.    Al ser menor de 14, la policía de Estonia no puede detenerlo. Se tiene que contentar con pedirle a sus padres que lo reprendan y que le hagan prometer que ya no esparcirá el odio y el racismo por internet, que se va a portar bien.     «Esta persona no puede ser procesada bajo la ley penal y en su lugar se deben usar otros métodos legales para eliminar el riesgo» que puede representar el menor reconoció, cuando se destapó el caso, un vocero de los servicios de Seguridad Interior de Estonia, Harrys Puusepp.   

En declaraciones a la prensa, el portavoz dijo que «la cooperación entre varias autoridades, y especialmente los padres, es importante para alejar a un niño del extremismo violento».   

«Commander», el niño de 13 años, se habrá llevado entonces un tirón de orejas por haber alentado a sus seguidores en varios lugares del mundo, entre ellos Estados Unidos, a llevar a cabo atentados terroristas.

En general, dice por su lado Eaton, del Centro Wiesenthal, «estos grupos aprendieron a mantener sus actividades operativas en silencio y la naturaleza encriptada de Telegram y otras redes los ayuda» en ese sentido.    «Desafortunadamente -se lamenta Eaton-, el volumen de actividades de estos grupos en esas redes sociales está creciendo rápido». A muchas de estas organizaciones ya las corrieron de Facebook o Twitter, por ejemplo, pero enseguida se vuelcan a otras plataformas, en especial aquellas favoritas de los más jóvenes, señala el investigador.   

Es sabido que las redes sociales pueden ser -y lo son a menudo- ambientes propicios para la difusión del odio y el miedo. Muchas veces, dice Eaton, «la ira de estos grupos está basada en información falsa, pero ellos actúan igual».    Habrá que esperar que el papá y la mamá del «Commander» lo mantengan a raya y lejos de la computadora.

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