Sos Racismo no se retracta por calificar de «racista» la conducta de un vigilante de Cercanías que los llevará a juicio por presuntas injurias

, | 10 septiembre, 2019

El sindicato Alternativa Sindical se querelló contra la asociación por sus críticas en la difusión de un vídeo en el que un vigilante de la estación de Sants de Barcelona reclamaba la documentación a un pasajero negro. En el acto de conciliación este martes, Sos Racismo Madrid ha rechazado retractarse por sus comentarios y alega su derecho a la libertad de expresión. El sindicato acusa al colectivo de verter «manifestaciones injuriosas con el único fin de perjudicar y vilipendiar al colectivo de seguridad privada y al vigilante» y reclaman una indemnización de 40.000 euros

DESALAMBRE. ELDIARIO.ES.- La asociación SOS Racismo Madrid ha rechazado este martes retractarse por calificar de «racista» el comportamiento de un vigilante de seguridad de la estación de Sants de Barcelona que aparecía en un vídeo reclamando la documentación a un pasajero negro ante la querella por supuestas injurias presentada por Alternativa Sindical, sindicato del sector de la vigilancia privada. 

En un acto de conciliación celebrado en el Juzgado de Primera Instancia número 39 de Madrid, la organización antirracista ha rechazado haber vertido afirmaciones «injuriosas o falsas» y ha alegado su derecho a la libertad de expresión a la hora de denunciar actitudes en el espacio público, explican fuentes del colectivo a eldiario.es.

Desde el sindicato aseguran a este medio que, tras la falta de acuerdo en el acto de conciliación -paso previo-, seguirán adelante con la querella por supuestos delitos contra el honor del vigilante y el colectivo de guardias de seguridad. Además de una rectificación y que se retractaran de las informaciones, reclamaban a Sos Racismo una indemnización de 40.000 euros por «daños morales y perjuicios causados al colectivo y al vigilante de seguridad», así como el pago de las costas del acto.

Los hechos se remontan al pasado febrero. En el vídeo difundido por la plataforma Esracismo en Twitter se aprecia cómo el agente de seguridad pide la documentación a un pasajero negro de forma insistente. La plataforma calificó de «racista» el comportamiento del guardia, al que criticaba por pedir el billete únicamente al viajero negro, empujándole y actuando «con actitud chulesca y violenta».

«El agente de seguridad no actúa así por casualidad, es conocedor de la criminalización racial y sabe que en el espacio público puede actuar así sin impedimentos», advirtió entonces el colectivo.

Tras la difusión de la escena, Renfe anunció la apertura de un «expediente informativo» y ordenó a la empresa de seguridad Ombuds la «retirada inmediata del guardia implicado del servicio de Renfe» mientras se aclararan los hechos. «Renfe condena cualquier tipo de acción discriminatoria, sea por la razón que sea», explicaron entonces fuentes de la operadora ferroviaria. 

El vigilante ha seguido trabajando con posterioridad en la misma empresa, según indican fuentes de Alternativa Sindical. También defienden que el guardia «actuó escrupulosamente». «Nuestro compañero no agredió, le pone en el pecho la mano para frenarle, es él (el pasajero) el que se revuelve», insisten. Además, afirman que «no se puede acusar de racismo a una persona sin indicios de ese racismo». En la demanda de conciliación acusan al colectivo de verter «manifestaciones injuriosas, falsas, perversas y maledicentes con el único fin de perjudicar y vilipendiar al colectivo de seguridad privada y al vigilante»

Paula Guerra, presidenta de Sos Racismo Madrid, niega tales acusaciones y defiende la difusión del vídeo y los comentarios en los que la organización denunciaba comportamiento discriminatorio del guardia de seguridad. «Como SOS Racismo no hacemos otra cosa más que nuestro deber, que es denunciar las actitudes racistas cuando son cometidas en espacios públicos. Esa persona estaba ejerciendo labores públicas, no escondimos una cámara y lo grabamos», sostiene.

«Ejercimos nuestro derecho a expresar nuestra opinión y a valorar una conducta. Tenemos todo el derecho como entidad de denunciar este tipo de cosas y no se nos va a impedir que sigamos realizando nuestro trabajo. Se nos quiere silenciar, pero no vamos a dejar de hacer lo que hacemos desde 25 años», zanja Guerra. 

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