Racismo en Salamanca: el hostelero que recibe cáscaras de plátano a diario

, | 15 octubre, 2020

El hombre, de origen dominicano, utiliza bromas a través de sus redes para combatir al enemigo

LA GACETA DE SALAMANCA.- No es una secuencia de dibujos animados ni un sketch cómico, aunque en el suelo aparezca una piel de plátano como a la espera de que alguien la pise para construir la anécdota graciosa del día. Es una escena que se repite casi diariamente desde el 22 de septiembre en un establecimiento de Cabrerizos.

Día tras día y plátano tras plátano algún “individuo” de este municipio intenta ofender de manera directa y sin mucho dominio de la sutileza a un hostelero de origen dominicano que lleva muchos años regentando un local en el pueblo y que se ha granjeado el respeto de la mayoría de sus vecinos.

Lejos de recibir la ofensa como lo que es, el empresario ha encajado el golpe con suma elegancia y cada día cuelga en las redes un vídeo con las imágenes de su llegada al establecimiento en las que comenta la intriga que le invade por saber si ese día también estará ahí el “jodido plátano”. Sin quejas ni lamentos ante lo que a todas luces es una insinuación racista pero sí con chascarrillos y bromas para combatir al enemigo.

Aunque el alcalde en funciones de Cabrerizos, Jesús Quintero, asegura no saber nada del incidente que lleva varias semanas en el ojo del huracán de las redes sociales: “desde el Ayuntamiento condenamos rotundamente este tipo de cosas”, ya que además son conscientes de que se trata de un vecino muy querido en el pueblo.

“¿Me están llamando mono?”, comenta el “ofendido” en uno de sus vídeos a la vez que interpreta una conocida canción de Melody demostrando un sentido del humor inigualable que ha contagiado a todos los que han visualizado las imágenes. De hecho los primeros comentarios que recurrían al insulto de vuelta o que incluso apelaban a la denuncia se han transformado también en chascarrillos y comentarios graciosos emulando la actitud del supuesto ofendido. Incluso algún usuario de las redes le ha enviado un enlace para aprender a elaborar fertilizante con cáscara de plátano siguiendo la línea cómica que ha trazado el empresario como respuesta a su particular “donante de fruta”.

“¡No hay plátano! ¡Oh my god!”, canturrea el hostelero de Cabrerizos el 3 de octubre, ya que el vándalo anónimo no siempre ejecuta sus fechorías lo que ha provocado que la intriga llegue a tal punto que el dueño del local incluso visita el establecimiento cámara en mano en sus días libres.

Lo que está claro en esta historia es que no ofende quien quiere sino quien puede o como decía Víctor Hugo: “Quien me insulta siempre, no me ofende jamás”, una frase que se ha puesto por montera este empresario de Cabrerizos que combate los ataques racistas a golpe de carcajada pero que no desaprovecha la ocasión que le dan las redes sociales para mandar un mensaje al gamberro que deposita las cáscaras de plátano en el local: “Al que no le guste ya sabe lo que tiene que hacer, buscarse otro pueblo porque yo aquí soy feliz y de aquí no me voy”.

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