Piden prisión para dos policías por una agresión a un detenido en los calabozos de Zapadores

, | 28 abril, 2021

Levante.- «En mi vida había actuado así, no sé cómo reaccioné de esa forma, veo las imágenes y no me reconozco, llevaba días sin dormir porque tenía a mi hija mala pero no tiene lógica ninguna, estaba obcecado, pensé que me iba a contagiar”. Así ha reconocido y tratado de explicar un agente de la Policía Nacional su agresión a una persona que estaba detenida en los calabozos de las dependencias de Zapadores en agosto de 2019. El Ministerio Fiscal solicita para él una pena de dos años de prisión por los delitos de lesiones de menor gravedad y atentado no grave contra la integridad moral, así como dos años de inhabilitación como policía.

Para su superior directo, que estaba como coordinador del turno y presenció parte del incidente, el fiscal pide un año de cárcel por su supuesta “actitud contemplativa”, hecho que ha negado el policía, que hasta en tres ocasiones le dijo a su compañero que parara. “La fuerza era lo último que hubiera utilizado para que depusiera su actitud, en una situación de tensión con uno bajo los efectos de alguna sustancia -el detenido– y el otro fuera de sí -el agente– , con el suelo mojado porque se había orinado y en un espacio reducido, las consecuencias hubieran podido ser peores”, ha argumentado el coacusado.

Comentarios xenófobos

La agresión, que fue captada por las cámaras de las dependencias policiales, se produjo en la madrugada del 29 de agosto de 2019 después de que la víctima fuera detenido por un delito contra la salud pública por la venta de sustancias estupefacientes en un local de ocio. Según ha declarado el agredido durante el juicio celebrado esta mañana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, después de que le cachearan pidió hasta tres veces ir al baño, pero que el policía que lo custodiaba no le hizo caso, dirigiéndose a él como “moro de mierda”.

El policía acusado de las lesiones, se acercó a él a la zona de precalabozos, donde están los detenidos mientras sus compañeros terminan de instruir las diligencias, ha alegado que en ningún momento escuchó que le pidiera ir a orinar y que cuando vio que se ponía a miccionar allí mismo, se acercó a él a recriminarle su acción.

Fue entonces cuando, según su versión, éste le amenazó. “Al principio no hice caso a sus amenazas, estamos acostumbrados, pero cuando me amenazó con contagiarme, pensé en mi hija …”, esgrime el acusado, quien niega que le propinara puñetazos y patadas, solo bofetadas, hasta que advirtió la presencia de su compañero.

En ningún momento escuchó que éste le dijera que parara, aunque debido a su estado de obcecación en ese momento asegura que no escuchaba ni al detenido ni a su compañero. Tras tranquilizarse le contó lo ocurrido al oficial para que llevaran al detenido al médico, sin embargo hasta la tarde siguiente no lo trasladaron a un centro sanitario ya que según la versión de ambos acusados, el detenido se negó y solo quería dormir.

Tres costillas rotas

En una primera revisión no se le encontraron lesiones, pero días más tarde, al presentar dolores, se le hicieron nuevas pruebas en un hospital y se le detectó la fractura de tres costillas.  

Por su parte, el otro policía acusado por presuntamente incumplir sus deberes de custodio y no intentar evitar la agresión, asegura que no presenció los primeros segundos del incidente y que cuando entró la situación es de máxima tensión, pero “desconozco si ha habido un intento de agresión a mi compañero y por eso ha tenido que reducirlo”.

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