El presidente del Principado, Adrián Barbón, tilda el comportamiento de «inadmisible» y traslada la solidaridad a la familia
EDUARDO PANEQUE. EL COMERCIO.- El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, han decidido abandonar Felgueres (Lena) donde se encontraban pasando unos días de descanso desde el pasado viernes junto a sus tres hijos. El acoso al que se vieron sometidos durante el fin de semana y que se visibilizó en pintadas donde se podía leer «Coletas rata», fue uno de los detonantes de su precipitada marcha. A ello, se sumaron multitud de comentarios en redes sociales donde los usuarios compartían el lugar donde se encontraban acompañado del mensaje «os paso la ubicación, por si queréis pasar a saludarlo».
La familia se hospedaba en una casa de la familia de Enrique Santiago, actual secretario general del PCE y diputado de Unidas Podemos. Su llegada al pueblo no pasó desapercibida para los vecinos, habituados a que el dirigente comunista aloje a amigos políticos. El año pasado también invitó a Alberto Garzón. Precisamente, el ministro de Consumo ha sido uno de los primeros en denunciar, a través de su cuenta de Twitter, lo sucedido: «El acoso de la extrema derecha a Pablo Iglesias, Irene Montero y a sus tres hijos es inadmisible en una democracia. Dice mucho y nada bueno de la derecha extrema española y su política del odio. Mi solidaridad plena con la familia».
El propio anfitrión, Enrique Santiago, denunció el «acoso» protagonizado por una «extrema derecha» que «supura odio»
El presidente asturiano, Adrián Barbón, también empleó las redes sociales, para trasladar su «solidaridad a ambos» y subrayar que «todas las personas tienen derecho a que su vida privada sea respetada, también quiénes estamos en política, sean del partido que sean. Las faltas de respeto, los insultos, el acoso es para mí inadmisible».
En línea similar se expresó el secretario general de Podemos en Asturias, Daniel Ripa, quien recalcó que «estos sectores de extrema derecha no reflejan lo que es Asturias, precisamente en un territorio donde no han calado estos valores».
La alcaldesa de Lena –donde se ubica Folgueres–, Gema Álvarez, escribió en Facebook que «todos los políticos, sean del signo que sean, tienen derecho a disfrutar de su vida privada». La dirigente de Izquierda Unida, lamentó «la mala imagen» que se ha trasladado de su concejo debido a las «protestas ultraderechistas contra el vicepresidente y la ministra de Igualdad».
En esta historia ha habido otra persona daminificada o así lo ha expresado a través de las redes sociales. Se trata del restaurante Casa María, donde acudió la familia. El domingo, y tras los «comentarios ofensivos vertidos» explicaron en su perfil de Facebook que «nuestra «casa» se desvincula totalmente de cualquier inclinación ideológica,siendo el respeto y la educación ,lo único que prima entre nosotros». Asimismo reiteran que su establecimiento «sigue abierto para todo el mundo» y animan «a todos y todas los que están intentando boicotear nuestro local, cesen en su empeño y vengan a comprobar por ellos mismos que nuestra cocina sigue abierta para todo aquel que quiera disfrutar de ella»
La familia, que pensaba quedarse unos días más de vacaciones en Felgueres, ha decidido regresar a su vivienda de Galapagar (Madrid), donde también han sido objeto de protestas los útlimos meses.
