No diga esclavitud, diga “reubicación involuntaria de africanos”.

, | 3 julio, 2022

 La Vanguardia.- Educadores de Texas proponen un ridículo eufemismo para borrar vergüenzas de la historia de Estados Unidos.

Estados Unidos, año 2022. Desde el 1 de julio, queda prohibida en las aulas de Florida “la educación sobre orientación sexual o identidad de género desde jardín de infancia hasta tercer grado” o con carácter general si el tema se aborda “de un modo no apropiado para la edad de los estudiantes”. Es el broche perfecto a un año escolar iniciado con el veto a la enseñanza del Holocausto a través de la premiada novela gráfica Maus , que la junta escolar de un condado de Tennessee retiró al verla “inapropiada y vulgar”. Pero hay más.Siete minutos para estar al día. Y todo el tiempo que quieras para saber más. No te pierdas Las claves del día en tu mail cada mañana¡Recíbela!

En un audaz ejercicio de contorsionismo lingüístico, un grupo de educadores de Texas propuso hace unos días a la Junta de Educación estatal que la esclavitud pasara a denominarse “reubicación involuntaria de personas africanas en la época colonial”.

Los republicanos censuran textos escolares sobre sexualidad o racismo que puedan crear “incomodidad” entre los alumnos

El grupo proponente estaba integrado por nueve docentes y era uno de los muchos que se encargan de asesorar a la junta del estado para confeccionar un plan de estudios sociales que afectará a unas 9.000 escuelas públicas.

La junta ordenó el pasado jueves a los asesores en cuestión que “revisen” la eufemística denominación de la esclavitud, informó el presidente de la entidad, Keven Ellis. El órgano escolar seguirá estudiando este verano las distintas actualizaciones del plan de estudios y en noviembre lo someterá a votación. El procedimiento sigue lo establecido en una ley que el estado aprobó el año pasado para mantener fuera de las escuelas de Texas los temas que “hacen sentir incómodos a los estudiantes”.

La sugerencia sobre la expresión negacionista del esclavismo se cuestionó durante una reunión de la junta académica que duró más de 12 horas, el 15 de junio. En ella, la delegada demócrata de Dallas y Fort Worth, Aicha Davis, rechazó lo que veía como una presentación de la esclavitud que busca descaradamente rebajar la importancia y la crueldad de esa forma de trata de seres humanos.

Davis incidió en el hecho de que la propuesta invitara a los estudiantes a comparar distintos “viajes a América, entre ellos los de la inmigración irlandesa voluntaria y la reubicación involuntaria de personas africanas”. Una comparación “totalmente injusta” que “distorsionaría la realidad en la mente de los niños”, dijo Davis.

Un texto escolar de Texas llamaba a los esclavos «trabajadores» en un capítulo sobre «patrones de inmigración»

Pero llueve sobre mojado. En el 2015, también en Texas, el estudiante negro de 15 años Coby Burren estaba leyendo el libro de geografía en su clase del instituto Pearland cuando una frase llamó su atención. Junto a un mapa de EE.UU. sobre “patrones de inmigración”, el texto indicaba que el comercio de esclavos en el Atlántico llevó millones de “trabajadores” de África a Estados Unidos “para ser empleados en plantaciones agrícolas”. El chico fotografió la página con su móvil y se la envió a su madre junto a un mensaje: “Éramos muy trabajadores, ¿no?”, y añadió un emoji sarcástico. La madre, Roni Dean-Burren, denunció el texto en las redes y logró que la editorial lo corrigiera.

Fue aquella una pequeña victoria dentro de una guerra que sigue librándose. Y, en ella, los republicanos ultras están ganado no pocas batallas allí donde gobiernan.

En la campaña a las elecciones a gobernador de Virginia, en otoño, el candidato republicano Glenn Youngkin cosechó un gran éxito entre sus votantes con un vídeo en el que una madre de familia se mostraba horrorizada porque a su hijo adolescente le hubieran hecho leer en la escuela el libro Beloved, de Toni Morrison. La aclamada novela cuenta con crudeza, incluyendo violencia y sexo, la historia de una madre que mata a su hija para que no tenga que sufrir el horror de la esclavitud.

Youngkin ganó las elecciones bajo promesa de que evitaría esos malos ratos a las madres identificadas con la del vídeo. Y así lo hizo. En abril, el nuevo gobernador firmó una ley que obliga a las escuelas de Virginia a dirigir avisos a los padres cuando a sus hijos se les asignan libros con textos de sexo explícito, de modo que puedan renunciar a tales lecturas.Lee también

Casi al tiempo, el también republicano gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó otra ley que prohíbe en la escuela pública y los centros de trabajo la enseñanza de la teoría crítica de la raza, que agrupa nociones sobre la historia y el presente de la desigualdad y el racismo en el país.

Dice DeSantis que con esta norma y la recién puesta en vigor en su estado para limitar la educación sexual –ley llamada por los críticos “No digas gay”–, se acaba “el adoctrinamiento” impuesto por los demócratas, y los muchachos de Florida y sus papás dejarán de sentirse “incómodos” con ciertos temas sexuales y “culpables” con el asunto del racismo. Es la buena educación republicana.

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