Confilegal.- El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25-N) es una jornada de Memoria de la Víctima, de confirmación del compromiso en defensa de la dignidad humana, de lucha por la libertad, justicia y los derechos humanos que son universales y por tanto no saqueables por causas de género, sexo, de misoginia o machismo, ni por ningún motivo.
La violencia hacia la mujer, en todas sus formas o manifestaciones, ha de ser denunciada, condenada y combatida hasta su erradicación absoluta, por consiguiente, la protección de la mujer frente a la violencia ha de ser universal, para todas y cada una de ellas, en todo tiempo y lugar, de alcance global, osea, integral y mundial, en todo ámbito de la sociedad humana y en todo el planeta.
Sin embargo en este día de lucha, solidaridad y Memoria hemos vuelto a echar en falta un señalamiento explicito de determinadas tragedias de extrema de violencia misógina y odio machista que nunca deben ser olvidadas y en donde se debe referenciar y reiterar el grito:¿!Nunca Mas!.
No hemos escuchado a las instituciones que hablan en nombre de la oficialidad feminista, sea en las instancias internacionales e desde gobiernos, como tampoco en las organizaciones de influencia prevalentes al respecto, la mas mínima mención explicita a determinados escenarios de extrema crueldad, odio y violencia contra la mujer.
Podría ser desmemoria pero parece ser consciente para no incomodar relaciones internacionales; podría interpretarse como sesgo excluyente de esa oficialidad feminista para estar en las equiparaciones que lo subsumen en discursos generales del “otras mas”; podríamos entender que, aunque conscientes de esos graves problemas, hay sumisión de tipo ideológico o geo-político.
En cualquier caso, el silencio no sirve y los crímenes ni se pueden, ni deben cancelarse en la memoria reivindicativa de justicia.