Líderes neonazis trabajan como porteros y mueven la droga en las grandes discotecas

| 28 marzo, 2017

La Brigada de Información tiene fichados a más de 250 miembros activos y una decena de grupos

CARLOS HIDALGO / M.J. ÁLVAREZ. ABC.- La Policía Nacional tiene detectados a miembros activos de grupos neonazis de Madrid que trabajan como porteros en discotecas muy conocidas de la región. Suelen ser establecimientos de música electrónica y muy multitudinarios. Algunos se ven continuamente envueltos en problemas de licencias y de trapicheo de drogas. De hecho, los investigadores saben perfectamente que, además de emplearse como «machacas» (en la mayoría de los casos, sin tener carné de controlador de accesos, pues cuentan con antecedentes), también se dedican a pasar sustancias ilegales en las inmediaciones y el interior de algunos locales.

Uno de ellos se sitúa en el sur de la Comunidad de Madrid, donde, por ejemplo, hace de las suyas el integrante de los Ultras Sur David Fernández, más conocido como «El Cani».Otra de las «especialidades de la casa» es el tráfico de anabolizantes.

La Brigada Provincial de Información lleva un ritmo intenso de trabajo contra la extrema derecha y todas sus vertientes. En la actualidad, los datos oficiales hablan de más de 250 miembros activos en su demarcación (la capital y otros 14 grandes municipios de la periferia de la región). Las cifras de detenciones anuales se mueven en la horquilla de entre 100 y 120 de estos individuos y en 2016 se realizaron 6.202 identificaciones. Y, en cuanto a los grupos más importantes, rondan la decena, explica a ABC un mando policial. Uno de los aspectos que más preocupa es que hay gente muy joven entre sus filas, incluso menores de entre 14 y 16 años.

Las organizaciones neonazis más visibles y predominantes son Skin Retiro, Juventudes de Canillejas, Ultras Sur (Fondo Sur 1980), Frente Atlético y su escisión, Suburbios, y Outlaw; los eslabones de la extrema derecha conforman una cadena de partidos políticos como Falange, Democracia Nacional, España 2000 y el Movimiento Católico Español. Sin embargo, es el Hogar Social Madrid (HSM), que se autodefine como «patriota», el que mueve a más gente, entre 200 y 250 simpatizantes; además, ha logrado, más allá de Madrid, repercusión en provincias como Jaén, Málaga y Murcia.

En la Comunidad, los tentáculos de los seguidores del nacionalsocialismo llegan a Moncloa, Las Rozas, Majadahonda, Parla, Alcalá de Henares, Algete y Canillejas, sobre todo. Y todos tienen un elemento común: el fútbol. Realmente, para ellos este deporte no es una afición, sino la herramienta para canalizar sus acciones violentas y realizar proselitismo en busca de nueva savia, al igual que ocurre con la ultraizquierda. Pero también es una de sus principales vías de financiación, primero con la reventa de entradas y luego a través del «merchandising» que ponen en circulación.

Sus actividades delictivas son cada vez más amplias: «Es un escaparate para poder operar con anabolizantes y drogas, pero también para conformar grupos criminales especializados en butrones, robos con violencia y vuelcos a otros traficantes», explica un experto. El más claro ejemplo es el del núcleo comandado por Antonio Menéndez, alias «El Niño», de 33 años, un tipo inflado a esteroides y que ha llegado a viajar a Colombia para hacerse una rinoplastia y una lipoescultura. Pese a ser seguidor del Atlético de Madrid, protagonizó una lucha con los históricos Álvaro Cadenas y José Luis Ochaíta por el control de los Ultras Sur y acabó organizando Outlaw.

Entre sus compinches destacan otros «matones», como Javier Oviedo, «Javi el Bombero» (pese a su largo historial delictivo sigue trabajando en este servicio municipal, concretamente en el Parque de Aluche), 37 años y exempleado de la empresa de seguridad contratada por Miguel Ángel Flores para la fiesta mortal del Madrid Arena, Kontrol 34; Sergio Rodríguez, «El Chopi», y el mencionado «Cani», que también ha sido portero en la cantina de los ultras del Real Madrid. «El Niño» y «El Bombero» fueron arrestados por su presunta implicación en asaltos a viviendas y trasteros de Majadahonda y Alcorcón, para hacerse con partidas de drogas que no eran suyas.

Con el fascismo italiano

Outlaw, además, ha participado codo con codo en la recolecta de alimentos «solo para españoles» del HSM, grupo al que, además, presta labores de «seguridad». Esta práctica de solidaridad solo con los nacionales es la punta de lanza de la entidad que dirige Melisa Domínguez Ruiz. La líder del HSM estuvo los días 3 y 4 de febrero en Italia, para escenificar su hermanamiento con la Casa Pound, una organización fascista que, como su alter ego español, también se dedica a okupar edificios para dar cobijos a gente nacida en el país.

Las Juventudes Canillejas las dirige Alberto Ayala de Cantalicio y Skin Retiro está en manos de Christian Calzada Martínez, siempre según los investigadores. Dieciéis integrantes de este último grupo fueron detenidos hace un año acusados de más de 40 actos delictivos: amenazas, coacciones, lesiones, riñas tumultuarias, daños, desórdenes públicos, robos con violencia e intimidación y otros delitos contra los derechos fundamentales. Suelen estar parejos a lo que se denominan delitos de odio, como la homofobia, la aporofobia (contra mendigos) y, sobre todo, enfrentamientos con personas de extrema izquierda. Retiro, Salamanca, Chamartín y Centro son los distritos por los que más actúan, según la Policía. Suelen utilizar como armas botellas, hebillas de cinturones y bates de béisbol, además de los puños.

Otra de sus características es lo sigiloso de su comunicación interna, para lo que suelen utilizar grupos cerrados de Telegram (un sistema de mensajería instantánea más seguro que WhatsApp).

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