La política de deportación de niños refugiados divide al Gobierno de Holanda

| 29 enero, 2019

EFE. DIARIO VASCO.- La coalición de cuatro partidos del Gobierno en Holanda trata hoy de evitar una crisis en el Ejecutivo y llegar a un acuerdo para detener de forma temporal la deportación de cientos de niños solicitantes de asilo que han residido más de cinco años en el país.

Hasta 700 menores, muchos nacidos en Holanda o que llegaron muy pequeños con sus padres, están esperando ser deportados porque su solicitud de asilo fue rechazada y tampoco cumplen los requisitos para obtener el conocido como «el perdón a niños», que se estableció en 2013 para dar oportunidad a estos menores a quedarse en el país, donde han vivido gran parte de su vida.

El punto más conflictivo de la ley de amnistía es el que exige que los niños, ya arraigados en el país, hayan «cooperado con los esfuerzos para ser deportados», por ejemplo, que no se hayan negado a ser deportados ni hayan huido de la Justicia.

No obstante, se trata de un requisito difícil de verificar en los casos de menores que han recurrido su caso ante la Justicia en varias ocasiones y que han permanecido en Holanda a la espera de beneficiarse del perdón y evitar su expulsión.

El partido del primer ministro, Mark Rutte, el liberal VVD, es reacio a frenar las deportaciones, mientras que los otros tres socios de Gobierno -Unión Cristiana, Progresista D66 y Llamada Democristiana (CDA)- exigen una pausa temporal, a la espera de la publicación de un informe oficial de investigación sobre la gestión del asunto en los últimos años.

Los líderes de los cuatro partidos se encuentran reunidos desde primera hora de la mañana de este martes intentando alcanzar un acuerdo.

El Parlamento holandés debatirá mañana miércoles la cuestión de la amnistía a los menores refugiados arraigados en Holanda y el Ejecutivo -que gobierna con una mayoría muy justa de 76 diputados del total de 150- debe llegar a ese debate con un acuerdo de coalición sobre un sistema más indulgente para evitar una moción de censura de la oposición o una crisis de Gobierno.

Durante las negociaciones para formar Gobierno en 2017, los cuatro partidos acordaron no tocar la política del «perdón a los niños», al ser un tema espinoso, pero la presión social de activistas y afectados ha obligado al Parlamento a discutir este tema y a exigir cambios en el sistema.

Una iglesia protestante de La Haya lleva desde el pasado noviembre celebrando rezos consecutivos para impedir la deportación de una familia de armenios solicitantes de asilo en Holanda, alojados en el lugar, aprovechando que la ley holandesa prohíbe a la policía irrumpir en un templo religioso durante la misa.

El pasado septiembre, el Gobierno holandés ya tuvo que enfrentarse a una situación similar con dos niños armenios -Howick, de 13 años, y Lili, de 12-, y se vio obligado a renunciar a su deportación después de que hayan estado dos días en paradero desconocido huyendo de su expulsión de Holanda.

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