La ONU condena los ataques a civiles en la región noroeste de Siria

| 18 febrero, 2020

Advierte a Siria que podrían constituir crímenes de guerra

AGENCIAS. LA VANGUARDIA.- El rápido avance de las fuerzas de Bashar el Asad, respaldadas por Rusia, en el noroeste de Siria ha causado uno de los mayores éxodos de civiles en el conflicto. Desde diciembre del año pasado, la ONU cifra en un millón los desplazamientos hacia la frontera con Turquía, región aún controlada por las fuerzas rebeldes.

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advierte al Gobierno sirio que el ataque directo a campos de desplazados y otros objetivos civiles podrían ser juzgados como crímenes de guerra. “Los civiles que escapan del conflicto son atrapados en áreas poco seguras y además son bombardeados sin ninguna escapatoria”, ha declarado la expresidenta chilena.

Bachelet ha llamado también a todas las partes del conflicto –estatales y no estatales– a cesar inmediatamente las hostilidades y permitir el acceso de corredores humanitarios. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha registrado 298 víctimas, donde se ha concentrado la ofensiva del Gobierno desde principios de año. Un 93% de ellas, dicen las Naciones Unidas, a manos del Ejército sirio. Además, una decena de centros médicos y 19 instalaciones educativas fueron atacadas o afectadas por bombardeos.

El portavoz del órgano de la ONU, Rupert Colville, ha planteado si el objetivo de las fuerzas sirias y rusas era el ataque deliberado de civiles y edificios protegidos. “La cantidad abrumadora de ataques a hospitales y escuelas sugieren que no pueden ser accidentales’’.

Turquía refuerza los puntos de observación ante la inminente crisis migratoria en la frontera con Siria

En el transcurso de tres días a principios de febrero, casi 145.000 personas huyeron de sus hogares y más de 80.000 están viviendo al aire libre, en campos cubiertos de nieve y expuestos al frío. Médicos Sin Fronteras denuncia que siete niños han muerto en los últimos días a causa de las bajas temperaturas y las malas condiciones de vida. Ante la inminente crisis migratoria en la frontera, Turquía ha enviado miles de tropas y equipamiento militar para reforzar los puntos de observación en Idlib.

A lo largo del martes, los aviones de combate sirios y rusos continuaron los ataques en la provincia de Alepo, donde el Gobierno ya tiene el control de la mayoría de pueblos. La autopista M5, que comunica con la capital, fue reabierta al tráfico civil la semana pasada. Un día antes, El Asad aseguraba en la televisión pública una victoria ‘’tarde o temprano’’ contra la insurgencia rebelde y se comprometía a seguir adelante con la campaña militar en la región.

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