La muerte de seis niños negros revela una historia de racismo y violencia familiar

, , | 2 abril, 2018

Las estadounidenses Jennifer y Sarah Hart eran pareja. El lunes su auto con sus hijos cayó por un acantilado. Hay muchas dudas sobre lo que sucedió.

PERFIL.- Un automóvil con ocho personas a bordo cayó por un acantilado en California, Estados Unidos, este lunes. Se trata de la familia de Jennifer y Sarah Hart, una pareja lesbiana que adoptó a seis niños negros y con antecedentes de violencia familiar. Según la prensa estadounidense, las investigaciones se centran en las sospechas de que las mujeres ahora fallecidas hostigaban y le negaban la alimentación a sus hijos, y una de ellas había sido denunciada por golpear a una de las niñas. Sin embargo, hay más: los Hart eran una familia “atípica” en una sociedad conservadora, y se habla incluso de amenazas del «Klu Klux Klan».

El diario The New York Post informa que la policía todavía no tiene pruebas de que Jennifer y Sarah Hart, ambas de 38 años, hayan desviado deliberadamente su automóvil de la carretera, pero también descubrieron que no hay marcas de patinazos o frenos en el lugar donde el vehículo pasó. Algunas informaciones hablan de un presunto pacto que la pareja entabló para suicidarse con todos sus hijos.

Todos los ocupantes del coche fallecieron cuando este cayó violentamente sobre las rocas de la costa californiana. Los cuerpos de tres niños -Markis, de 19 años, Jeremiah, de 14 y Abigail, de 14- fueron encontrados, mientras que los otros -Hannah, de 16 años, y Sierra, de 12, siguen desaparecidas junto a Devonte, de 15- siguen desaparecidos. Devonte se hizo famoso en 2014 cuando fue fotografiada llorando abrazado a un policía blanco en una protesta en Ferguson en 2014.

UN HOGAR VIOLENTO

Los vecinos de la familia Hart, en el estado de Washington, aseguraron a la prensa que recientemente habían llamado a los Servicios de Protección Infantil (Child Protective Services, o CPS) después de que Devonte se escapara de la casa acusando a sus madres no alimentarlos como forma de castigo.

Las autoridades intentaron infructuosamente contactar tres veces a la pareja para investigar lo que los vecinos denuncian, pero Jennifer y Sarah huyeron cuando un trabajador del CPS se presentó en su puerta el viernes, informó el Washington Post.

«A la mañana siguiente, cuando vimos que el vehículo ya no estaba, y luego, el domingo por la mañana, cuando aún no estaba allí, supimos que algo no andaba bien«, dijo el vecino Bruce DeKalb a la televisión californiana, y recordó que Devonte le contó que los estaban “maltratando”. Esto ocurrió seis años después de que Sarah Hart fuera declarada culpable de agresión a una de las niñas, entonces de seis años de edad.

Denunciada por la maestra de la niña, quien descubrió serias lesiones en su estómago y su espalda, Sarah Hart confesó a la policía que la estaba azotando y «dejó que su ira se descontrolara». Tras esto, recibió una sentencia a tres meses de cárcel en suspenso y un año de libertad condicional, según informó The Oregonian.

Tras el juicio, los Harts se mudaron a Oregon y posteriormente a la zona rural de Woodland. Según los vecinos, “los niños raras veces salían de sus casas, incluso cuando hacía buen tiempo. Algo simplemente no estaba bien. Estaban muy aislados en su hogar«, aclaró el vecino Bill Groener.

¿VÍCTIMAS DE RACISMO?

Pero hay más. Según reveló el diario británico The Daily Mail, la pareja había huido de su casa en 2013 después de ser blanco de una facción que actuaba igual al “Ku Klux Klan”. Según un antiguo vecino, Eric Cederquist, la familia vivía “aterrorizada”, especialmente después de que algunos de sus miembros clavaran una cruz ardiendo en el patio delantero de la casa de los Hart.

«Creo que les asustaba”, asegura Eric. «Siendo la familia no tradicional que eran, podrían haber sentido que serían el blanco de ese tipo de personas, sin dudas. No mucho después de eso se mudaron a Washington«. La familia se mudó nuevamente en mayo de 2017 a Woodland. Pero según Eric, la pareja temía no haberse ido lo suficientemente lejos como para escapar de los grupos de odio después de ver carteles y pintadas callejeras de grupos locales de ultraderecha.

Eric dijo que los carteles clavados en un poste promoviendo el “poder blanco” realmente perturbó a la pareja. Según relató este vecino, al parecer la familia hacía muchos viajes y paseos. Sarah trabajaba en una tienda local como asistente del gerente, mientras Jennifer les daba clases a los niños en la casa, ya que ninguno de ellos fue a la escuela.

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