La Justicia dictó 144 sentencias relativas a delitos de odio en 2020

, | 9 septiembre, 2021

Europa Press.– La Justicia dictó 144 sentencias relativas a delitos de odio en 2020, según consta entre «los datos más relevantes que han podido ser extraídos» por la Fiscalía General del Estado «de la información facilitada por las fiscalías territoriales» y que se recogen en la Memoria presentada esta semana en el marco de la apertura del año judicial.

El Ministerio Público especifica que la mayoría de estas resoluciones –46 de ellas– eran relativas a «delitos con agravante» vinculada a motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, raza o nación a la que pertenezca, su sexo, edad, orientación o identidad sexual o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social, la enfermedad que padezca o su discapacidad.

La Memoria de la Fiscalía ubica 45 sentencias en el apartado de «otros», por lo que no se ofrecen detalles que permitan determinar los hechos por los que se clasifican entre las resoluciones de delitos de odio.

Según las cifras aportadas, 28 sentencias estaban vinculadas a «actos de humillación o justificación de delitos», 14 se dictaron por «incitación al odio/violencia/discriminación» y siete eran «contra la integridad moral».

El resto se divide entre «amenazas a grupos determinados», apartado en el que se dictaron dos sentencias; «contra los sentimientos religiosos», que acumuló dos resoluciones; y una sentencia por «denegación de prestaciones».

El departamento dirigido por Dolores Delgado también señala en su Memoria el número de diligencias de investigación vinculadas con delitos de odio, que cifra en 236; de los cuales 84 eran incitación al odio, la violencia o la discriminación y 55 eran actos de humillación.

Asimismo, constan 675 procedimientos judiciales de seguimiento –300 de ellos eran delitos con agravante– y 135 calificaciones.

ORIENTACIÓN SEXUAL, RACISMO Y XENOFOBIA

En la Memoria, se detallan a su vez los datos correspondientes a la Fiscalía General del Estado, donde durante 2020 tuvieron entrada 34 comunicaciones o denuncias por hechos que el remitente consideraba como posibles delitos de odio. Sobre el total indicado, 25 procedían de ciudadanos y asociaciones, tres fueron remitidos por el Defensor del Pueblo y seis se correspondían a atestados policiales.

«Respecto de estas 34 comunicaciones o denuncias, 19 fueron remitidas a la fiscalía territorial competente y 15 fueron archivadas por cuanto los hechos ‘ab initio’ (desde el principio) y por completo carecían de relevancia penal», especifica el Ministerio Público.

En cuanto a los motivos discriminatorios, la Fiscalía sostiene que «los relativos a la orientación sexual y el racismo y la xenofobia siguen siendo los más numerosos en el conjunto de las diligencias y procedimientos».

Según precisa, se aprecia también un «sensible aumento» del «motivo ideológico», que «se hace presente, en la mayor parte de las ocasiones, en los mensajes y opiniones que se vierten en las redes sociales y que evidencian una indeseable polarización y radicalización del debate político».

SISTEMA «DEFICIENTE»

La Fiscalía advierte de la complejidad de seguimiento de este tipo de casos porque «en ocasiones» el registro del procedimiento en las aplicaciones informáticas de los juzgados y de la fiscalía «es deficiente» o porque «el móvil discriminatorio que caracteriza al delito de odio no se revela sino en fases avanzadas de su tramitación». Y añade que a todo ello «se une la enorme dificultad que existe en el control de los delitos leves o en la identificación de estos procedimientos en la jurisdicción de menores».

En el marco de la Memoria, el Ministerio Público asegura que «resulta inevitable insistir en la necesidad de mejorar las aplicaciones informáticas de registro existentes en los juzgados y en las fiscalías y en procurar que sean homogéneas».

Además, explica que la delimitación conceptual de lo que debe ser considerado como delito de odio «no es tarea fácil». En este sentido, señala que «en muchas ocasiones» para referirse a esta materia «se utilizan de forma poco rigurosa términos con significación próxima pero que conceptualmente son dispares», en referencia a los delitos de odio, incidentes de odio, discursos de odio, delitos de discurso de odio o de delitos motivado por odio. «Cada una de estas expresiones tiene un significado propio y diferenciado», avisa.

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