El grupo en la red social, Opinión Popular de Melilla, supera los 14.000 miembros, y llama a «meter en un pozo» a los niños o a que estos vuelvan al centro de menores en una caja de pino
Una de sus administradoras convocó una manifestación «por la falta de seguridad en las calles» que congregó a 400 personas
NÉSTOR CENIZO. ELDIARIO.ES.- La Fiscalía de Melilla ha abierto diligencias penales para investigar si en un grupo de Facebook se cometen delitos de incitación al odio contra los menores no acompañados de la ciudad. En ese grupo, que a primera hora de la tarde del martes tenía 14.258 miembros, se han vertido comentarios como el que sigue: «…estos lo único que merecen es meterlo (sic) en un pozo y que no salgan por golfos y ladrones». También se ha pedido que los niños vuelvan al Centro de Menores en una caja de pino.
El grupo, llamado Opinión Popular de Melilla, recoge noticias de Melilla, no siempre relacionadas con la presencia de menores en las calles. Tiene cinco administradores y dos moderadoras, y en él pueden leerse con cierta frecuencia comentarios contra los menores extranjeros.
José Palazón, responsable de la ONG Prodein, interpuso hace tres semanas una denuncia por si estos mensajes fuesen constitutivos de un delito de incitación al odio, tipificado en el artículo 510 del Código Penal, y la Fiscalía abre ahora diligencias de investigación, según adelantó este martes Público.es y han confirmado a Desalambre fuentes oficiales del ministerio fiscal. La investigación la asume la fiscal de Melilla aunque la jefatura contra los delitos de odio esté en Málaga.
«Ala (sic) antigua pasa montañas y un bate de béisbol un grupo de 20 y ala Purísima como hacíamos antes ahora y mucho mariconeo una vez le robaron el bolso ala abuela de un colega mío y ya ves si lo sacamos a pepinazos y limpiamos el barrio yo cuando los veo pidiendo por mi puerta o algo un parón y los echo a palos», dice N.A., a lo que una de las administradoras le responde que esa no es «nuestra línea».
«Esto ya pasó hace como 20 años el problema de los menas estos pero en esos tiempos nos juntamos todos los melillenses y les dimos una señora paliza y se erradicó el problema simplemente desaparecieron en una semana limpiamos Melilla es lo que hace falta ahora otra vez», se lee en otro de esos mensajes, a los que ha tenido acceso este medio y que se reproducen textualmente.
José Palazón explica que los administradores del grupo suelen introducir temas racistas e incitan a un debate que con frecuencia sube de tono: «Provocan y animan a la gente, sobre todo gente joven. Es fácil animar a gente quemada. Saben lo que hacen». Tiran la piedra para provocar a los seguidores del grupo, según el activista.
Una de las administradoras del grupo de Facebook es también la convocante de una manifestación «por la falta de seguridad en las calles», celebrada el pasado 1 de octubre. 400 personas participaron en la manifestación, según estimaciones de la Policía. Según los organizadores, los asistentes doblaban esa cifra. Allí escucharon proclamas como esta, recogida en la crónica de El Faro de Melilla: «Estamos cansados de no pasear tranquilos, de mirar de reojo cada vez que salimos a la calle, de oler el miedo en nuestra ciudad. Exigimos más seguridad (…) Ya está bien de que los menas delincan, atemoricen a la población y de que no les pase nada».
Los comentarios ahora en manos de la Fiscalía atribuyen a los menores la delincuencia en la ciudad y piden mano dura: «La humanidad con perros que asaltan a nuestros hijos? Noooo. Esa gentuza no merece ni humanidad ni nada». Otros piden tomarse la justicia por su mano.
Antecedentes de agresiones a menores
En marzo de 2016 un grupo de encapuchados agredió a varios menores extranjeros que viven en la calle de Melilla con palos, cuchillos, sprays y navajas. Tal y como informó entonces este medio , la acción fue jaleada en grupos privados de Facebook, que pedían venganza por la supuesta inseguridad que generan esos niños. Aquellos mensajes llamaban a «erradicar» a los menores y justificaban las agresiones: «Ya es hora de que Melilla despierte»; «si la ciudad no se hace cargo tendrán que hacerlo los ciudadanos»; «la ley por nuestra propia mano porque no queda otra salida».
También hablaba de que los niños hacían que Melilla «parezca pobre» y quien llamaba a imitar el argumento de La Purga, una película en la que parte de la hipótesis de que el crimen se legalice durante una noche.
La asociación Harraga interpuso denuncia y en mayo fueron detenidas cuatro personas por las agresiones y lesiones que produjeron a los menores, entre otras, un navajazo en una pierna. La creación del grupo Opinión Popular y estos hechos coincide en el tiempo, y según Palazón, detrás está «la misma gente».
Melilla tutela a los menores extranjeros que llegan a la ciudad, pero decenas de ellos abandonan el Centro La Purísima para intentar alcanzar la Península a bordo de los barcos que parten a diario. Entre 50 y 80 niños viven así en las calles de Melilla, aunque esa cifra no alcanzaría ahora los 40, según Palazón.
Los datos de criminalidad desmienten la tesis de que Melilla sea una ciudad caracterizada por la inseguridad. El último balance publicado muestra un descenso de los delitos y faltas del 0,8% en la comparativa entre enero-septiembre de 2015 y el mismo periodo de 2016, y si bien han aumentado los robos con violencia e intimidación y los robos en domicilios, se han reducido los de tráfico de drogas o los hurtos. Palazón denuncia además un intento de confundir a la población, imputando a los niños de la calle toda la criminalidad de la ciudad.